Para acordarse de la policía no se puede pasar por alto la nefasta gestión local del comisario Kapp en el caso Fernanda Aguirre, quien se encargó de borrar de todas las maneras posibles las pruebas que incriminaban abiertamente al intendente Ángel Vásquez como principal implicado.
Pero situaciones enojosas las hubo siempre y represión también.
“On Dit. Otro ‘agalludo’ lo es indudablemente el cabo dela Comisaría de San Benito que regentea el célebre Ramos. El domingo pasado se comportó “heroicamente” propinándole un feroz paliza, nada menos que por sí y por demostrar públicamente su “valor”, a un joven, casi un niño de aquel vecindario. Las salvajadas del compadre ese, seguramente que habrá merecido los parabienes del superior, por aquello de que Dios los cría y ellos se entienden.
Esperamos, sin embargo, no obstante nuestro pésimo respeto a la justicia en nuestra tierra, que un acto tan cobarde no pasará desapercibido para las autoridades superiores. El cabo “inca-tigre” debe ser castigado en la forma que lo merece un desalmado”. (Fuente: “La Lucha” de Paraná. Sábado 6 de octubre de 1906)
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