DE DOS CARAS COMO EL QUESO, EN PARANÁ OCULTA LA REALIDAD DE NUESTRA CIUDAD.
En una maniobra vil nuestro diputado y jeque del vasquerato local Ángel ‘Bocacha’ Vásquez se da el lujo de esconder la mugre bajo la alfombra de su frente político en los medios de Paraná, sobre todo en la radio del mercenario David, mientras en la propaladora de nuestra ciudad habla pestes de los que, supuestamente, se le “han dado vuelta” o se pasaron “a la vereda de enfrente” como decía el Turco Menem.
Ayer dedicó varios minutos para defenestrar a su colega y socio político de las últimas elecciones que le arrimó a muchos de los ex adherentes a la Lista 100 tanto en nuestra comarca como en varias localidad del departamento; le dio ‘con un caño’ a Eduardo Massei, Vicepresidente Municipal, a quién acusó de “traidor”, “vendido”, etc., siendo que en una radio de Paraná la semana pasada lo desmintió enfáticamente, diciendo todo era producto de las “boludeces” que se escriben en nuestro blog.
Resulta ser que ahora no soporta que el Vicepresidente Municipal, electo por el voto popular, se haya propuesto jerarquizar la tarea deliberativa de nuestro H. Concejo Deliberante, una decisión que no es más que cumplir con el deber de un ciudadano que sea puesto al servicio de su comunidad.
Pero para ‘Bocacha’ Vásquez no es así. El quiere emular a don Justo J. de Urquiza, entonces quiere ser el “intendente propietario” de nuestra ciudad; cree que el voto popular lo faculta para ignorar las leyes y para coartar derechos de los demás; cree que como en su administración se construyó el edificio para el C. Deliberante es el dueño del mismo, incluyo pretende tener la llave del lugar, algo tan tomado de los pelos que no admite análisis.
Esa es la realidad. Nuestro diputado está “más desubicado que chupete en el cú”. Nada más pernicioso para la salud de nuestra bendita democracia es la actitud usurpadora y entrometida de Ángel Vásquez respecto a las autoridades de nuestro C. Deliberante; si tiene diferencias internas, que las solucione donde tiene que hacerlo, pero nunca puede degradar en público lo que deber ser el templo donde se expresen todas las inquietudes populares a través del los representantes elegidos por el voto popular.
Mucho menos puede arrogarse representatividad para calificar a los que asistan al recinto para ocupar la barra en las sesiones; los asistentes no tienen que mostrar la cantidad de potenciales votos que tuvieron en alguna elección para ocupar la barra sino que TODOS, sin distingos ni banderías, tienen derecho a ser oyentes en la sesiones de nuestro Honorable Concejo Deliberante. Los asistentes jerarquizan la labor de los concejales.
Instamos a todos los integrantes del H. Concejo Deliberante para que ejerzan sus derechos, pongan en juego su representatividad a favor de la comunidad toda y que hagan caso omiso a cualquier tipo de presiones. Por último: Hacer política no significa que decir sí, sino dar el debate permanente sobre cada uno de los hechos que hacen a la vida cotidiana sin tener miedo a las opiniones encontradas, que enriquecen las decisiones que finalmente se toman.
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