martes, 16 de junio de 2020

ASÍ MURIERON LOS HÉROES ANÓNIMOS DE NUESTRAS GUERRAS CIVILES EN ARGENTINA

Fallecimiento de más de 90 años. Pascual Palacios, veterano de Caseros en Nogoyá, muere como pordiosero implorando residuos para comer, montaba un viejo caballo, envuelto en sus andrajos. (“La Acción” de Paraná. Jueves 11 de julio de 1918)

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Ayer falleció en Paraná otro sobreviviente de Caseros.

 En el Hospital San Martín  falleció ayer a la mañana el soldado  sobreviviente de Caseros don Pablo Martínez, a los 91 años de edad. Hacía aproximadamente cinco meses que se encontraba asilado en ese nosocomio, donde se le prodigaba toda clase de cuidados.

Martínez sirvió bajo las órdenes del General Urquiza, interviniendo en la memorable jornada de 1852 y en otras acciones de menor importancia. Cuando se sintió viejo y enfermo y próximo al ocaso de su vida, el histórico soldado buscó amparo en el Hospital por no encontrarlo en las esferas del gobierno, donde no ha hallado eco el lamento de esos pobres soldados achacosos que, de héroes se han convertido en su mayoría en mendigos que necesitan de la limosna pública para comer y no morir tirados en las calles.

Así irán cayendo los que contemplaron la aurora y el  crepúsculo de Caseros, armas al brazo, dispuestos a rubricar en la acción de guerra la emancipación civil de la República.

  Sus despojos irán sumiéndose en las tumbas abiertas para los seres anónimos en compensación de los servicios que prestaron esos soldados del país en la cruenta época de la tiranía.

  Los restos de Martínez fueron velados en la  Sección Sumarios del Departamento policial. A las 17 horas salió un carro dirección al cementerio conduciendo sus restos a la huesa que el yuyo y el abandono pondrán su triste sello característico como un epitafio de ingratitud y olvido. (“La Acción” de Paraná. Martes 10 de abril de 1923)



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