Tribuna
de Opinión
Por Aníbal González ComasNO SABEN CÓMO AFRONTAR HORAS DIFÍCILES
Más allá del proyecto fascista de censurar las redes sociales de internet, el gobierno provincial se debate en en un clima de incertidumbre de cara al futuro y con una medida extrema como la que se plantea no se hace más que exasperar a la sociedad provincial.
Acostumbrados a manejarse con "mediciones" pulsando el pensamiento del conjunto de la sociedad Urribarri tiene en sus manos los números desalentadores que siguieron a su escandalosa decisión de negociar con los mismos policías que organizaron los saqueos y robos domicilios en Concordia, una ciudad que conoce bien y donde sacó en mayor caudal de votos en las últimas elecciones.
"El sueño entrerriano" padece de una fiebre predecible, pero que pudo adelantarse un poco en el tiempo porque a todas luces era lo que se venía. Nuestro gobernador es un actor vinculado a las directivas de Buenos Aires; su iniciativa, si es que la tiene, está fuertemente enganchada como lo que le ordenan de más arriba.
El grueso error que cometió al negociar con la policía subvertida le dejó en pésima posición, tanto en las entrerrianía en general como en donde se cuece la política nacional. Los que siguen su entorno - dicen - que se lo ve muy mal anímicamente, duerme poco y mal, el humor no es el mejor y - está desorientado. Urribarri tiene miedo respecto a las próximas horas porque puede haber un estallido social.
Los cortes de luz de las últimas horas aumentan la tensión ya instalada por la escalada de los precios para el consumo básico y por el atraso en mejoras sustantivas en los sueldos; es que, en este tema, hace varios años se viene corriendo detrás, muy por detrás a la inflación y nunca se han dado aumentos sincerados con el índice inflacionario. Ahora ya no da para más. La gente está descontenta y muy nerviosa, de eso no caben dudas.
Sin pensar siquiera en la posibilidad de un estallido social concreto para los días jueves y viernes, la gente se ve con mucho mal humor y eso es una mala señal.
Ahora el gobernador tiene en sus manos un proyecto de ley que lo pone más en ridículo; antes de ir por los fondos entrerrianos que se nos queda injustamente la nación, fallando en un elemento fundamental que justifique la existencia de un "estado federal", se vino por la mezquindad de un parche de solución parcial mandando un 'impuestazo', cuando en Buenos Aires se nos quedan con el dinero nuestro. Los legisladores nacionales de nuestra provincia no dicen "no mú" sobre esta realidad que nos afecta y no se vislumbra la iniciativa para pelear por esto ya que la cosa no da para más en relación a las finanzas públicas; aquello de "todos los días una obra más" fue un slongan politiquero que nos llevó al actual estado de cosas.
Y... como opinábamos al principio... la cuestión no pasa por lo que opina la gente en las redes sociales en absoluto ejercicio de las libertades, sino que es el propio Urribarri debe despertar de ese sueño "pelotudo y engaña píchanga" y ponerse las pilas... aplaudiendo menos cuánta ocurrencia vocifera Cristina y reclamando nuestros fondos como se debe.
Será entonces cuando en nuestra provincia recién podrán estudiar también apelar a los contribuyentes provinciales.
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