martes, 5 de marzo de 2013

LOS KILOS DEMÁS TERMINAN SIENDO TRAICIONEROS

EL CHUQUI CAYÓ EN DESGRACIA DOBLE
COMER DE PLATO AJENO...
PUEDE TORNAR PELIGROSO...
Dos dilemas inesperados para tiempos de ‘vacas gordas’ tiene por estos días el camandulero número uno de la administración local – Gilberto Delvecchio: más conocido por el ‘Chuqui’ – ya que tiene como cruz a cuestas su degradación sistemática de los actuales gestores oficiales quienes le sacaron las tiras de capitán, que lucía gallardamente cuando estaba Vásquez Pá y ahora ha quedado como el soldado raso que volvió tarde de su licencia: encargado de lavar los baños de la cuadra o de cubrir de “imaginaria de dos a cuatro”.
Las cosas no le salen como antes y con vistas al futuro, sólo le queda como aliado circunstancial Lisandro Reya, con quien cree que puede reconstruir el post vasquismo, diezmado por la impericia de un intendente que no tiene ni noción de lo que es ‘hacer y construir política’.
El Chuqui hace algunas cosas bien para sus intereses, como por ejemplo, mandarlo al frente al intendente con estrategias erróneas que le están haciendo pagar un costo carísimo a poco más de un año de gestión. Pero ya perdió el control de los micrófonos que antes abarajaba en el aire para hablar como si él fuera el intendente. Son otros tiempos. Y “se le re nota a la legua” – como dice una conocida ex protegida de la jefatura.
Pero la desgracia roza otras partes sensibles, muy sensibles para alguien que decidió ‘asentar cabeza’. Es que estuvo mucho tiempo de pajarito suelto y se cansó de hacer la del tordo, hasta con su propio amigo de luchas políticas V. Pá. No hace mucho tiempo decidió dar el sí y fue todo un acontecimiento.
Las cosas fueron tornando a la normalidad y cada uno se dedicó a sus tareas habituales, el uno por Casa de Gobierno y el otro por San Benito (aunque éste con matrícula oficial de ñoqui)
De acuerdo a buenísimas fuentes las cosas habrían marchado normales – hasta cierto punto – porque las ocupaciones del Chuqui demandan muchas más horas de las que normalmente se pueden ‘dedicar al trabajo’, sin descuidar el nido.
 Nuestros informantes se han preocupado por hacer un singular seguimiento y han podido comprobar que en la zona del Parque Urquiza de Paraná donde se honra la fama del lugar para pasar los ratos más distendidos y es el ideal para el footing, el bici-culturismo, etc., suele ser el lugar preferido de los ‘gagá’ de la ciudad, sobre todos de los radicales más encumbrados…y de uno en especial que es alto y bien elegante que sabe disfrutar de esta zona tan especial. 
Allí – en ese pequeño paraíso terrenal de la ciudad capital - desde hace poco tiempo le estarían sacando a pedalear la bicicleta…y – para colmo - se la devuelven sin emparchar.

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