EL DESPERTADOR ARAUCANO. CHILE
N° 1. ENERO DE 1823:
Que ruede la bola, sea tuerto o derecho:
¡a mí qué me importa!... yo en nada me meto.
¿Dizque no hay hacienda? ¡qué me importa de eso
cuando a mi el estado no me debe medio...
¿Que el comercio gime de enormes impuestos?
eso a mi me alegra, que el guarda es mi yerno.
¿Qué el país está pobre?, para eso yo tengo:
¡que espira, que muere!, Dios lo haya en su reino.
Que llueva, que truene, tranquilito y quieto,
¡A mi qué me importa! yo en nada me meto.
¿Dizque de reforma trata el ministerio?
si a mi me dan algo estoy pronto para ello.
¿Dizque la justicia se ha subido al cielo?
¡Vaya! no hay justicia mejor que mi empeño.
¿Dizque los ladrones nos roban el cuero?
no andar en la calle y se acabó todo riesgo.
A mi no me roban mis verdes talegos
Y a fe que la tierra solo sabe de ellos.
Lo demás señores, para mi es lo de menos:
¡A mí qué me importa! si en nada me meto.
¿Dizque los ministros, dizque los gobiernos
mataron, robaron, y se quedó en eso:
que la 'residencia' se quedó en veremos,
unos por... quien sabe, otros por dar tiempo:
unos que... engañados, otros que.. inexpertos:
el "Tizón" que malos, el clamor que buenos,
¡A mí qué me importa! yo en nada me meto.
Dizque ciertos mozos dicen de los viejos
que son ignorantes, fanáticos, necios
y que ellos la culpa tienen de este enredo,
y de que la Patria valga real y medio;
aquí si me enojo, porque no hay remedio:
¡Bribones! ¿qué saben los mocosos necios?
¿Acaso estudiaron en aquellos tiempos
en que se lucía el latín y el 'ergo'?
¡Canallas! ¿qué saben? tres o cuatro términos
sacados de libros prohibidos y obscenos:
Pero ¿han aprendido la esencia del cuerpo,
la sustancia media, el mutuo comercio,
el 'conceptus ad', el 'ab interno'
las 'recopiladas', el 'vinio', el digesto,
¿gastaron acaso seis años y medio
en la Teología buscando misterios,
entendiendo autores, cotejando textos?
¡Charlatanes! ahora nos sacan los sesos
con 'economía', derechos del pueblo...
ilustración nueva... formas de gobierno...
reformas de todo... ciencias de comercio,
de leyes, de ventas y otros mil enredos,
y los picarones, nos vienen cundiendo.
Pues amigo, a la obra: nosotros tenemos
una contra-mina para esos perversos:
desacreditarlos será nuestro intento:
corramos la fama por todos los pueblos,
de que son herejes, que son hechiceros,
que son francmasones, que son esto...aquello,
demos este paso: y si no surte su efecto
entonces, amigo, no hay otro remedio
que entrar en la bolsa como un recoleto
y decir como antes, con cierto misterio:
¡A mí qué me importa! yo en nada me meto...
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