miércoles, 22 de febrero de 2012

LO HABÍAMOS ADELANTADO: VÁSQUEZ NO QUIERE QUE SE ARME LA COOPERATIVA

SE DICE QUE ESTÁ QUE TRINA: TIENE MIEDO QUE LE HAGAN SOMBRA A FUTURO
Ángel Vásquez enferma en su propio veneno. Su liderazgo y presunta omnipotencia han sido puesto a dura prueba en estos días a partir de la visita del ministro de Desarrollo Social Carlos Ramos, quien apostó abiertamente a la concreción de una cooperativa de trabajo en San Benito, organizada por la dirigente Gladis Romero, en sintonía con los proyectos nacionales afines que, de concretarse, podrá exhibir con orgullo como una conquista propia y de sus allegados.
Esto no es digerible para nuestro mandamás. No lo puede digerir porque le falta capacidad para deslindar responsabilidades, para fomentar el nacimiento y crecimiento de una nueva dirigencia que pueda ser el refresco a futuro, algo que ya lo demostró cuando no encontró a otro reemplazante en la comuna y puso a su hijo de candidato, cuando éste recién contaba con los rasgos del período de pubertad.

Respecto a la posibilidad de contar en San Benito con una cooperativa de trabajo a Vásquez los pocos pelos que tiene se le ponen de punta porque no es un proyecto propio y porque no podrá digitarla  ni meter la cuchara a su antojo. Entonces se ha revelado y pondrá todas las trabas posibles para que la flamante iniciativa no se concrete.
 Esta es la verdad. Seguramente usará como argumento la falta de terreno para hacer abortar el proyecto que cuenta con el apoyo ministerial. Pero desde el momento que han intervenido altas autoridades nacionales y provinciales habrá que esperar si no hay una decisión política determinante que ponga las cosas en su lugar y la cooperativa inicie sus actividades, en principio, haciendo el reciclaje de la basura domiciliaria local.
El diputado Ángel Vásquez continúa obcecadamente conquistando enemigos en el funcionariado provincial en una peligrosa apuesta que puede dejarlo con las “patitas en el aire” a futuro. Falta que salga a insultar por los medios, como cuando salió a defenestrar a ex Presidente del IAPV  Julio  César Aldaz a quien calificó de pésimo funcionario porque lo dejó sin planes de viviendas, cuando ello se debió a la falsedad de Vásquez quien aseguró en su momento que las casas que hizo el Instituto en el terreno de la ex fábrica municipal de ladrillos no era inundable y cuando llegó la primer creciente de Las Tunas casi se lleva todas las casas.

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