Yo personalmente me pregunto si es verdad...
Sin embargo nos dejó físicamente el 30 de noviembre pasado, tras una acelerada enfermedad, cuyas complicaciones no pudieron subsanar los médicos que lo atendían... y estuvimos acompañándolo en su despedida, sin fuerza o sin valor para decir palabras.
Fueron los momentos de silencio en los que recordé sus palabras en la presentación del libro Semblanzas de San Benito III Historias y Anécdotas, cuando mencionó la importancia de poder rescatar nuestra historia antes que sea demasiado tarde y se vayan los pocos que guardan el recuerdo de nuestro pueblo centenario... ese día le dije en broma: ¡Negro, entre los dos juntamos todos los años de la existencia de San Benito!
El Negro Pellarini fue testigo presencial de muchas cosas ocurridas en nuestro pueblo en todos los aspectos, desde lo religioso, como miembro directo de las actividades parroquiales desde los tiempos de Laurencena, a Bottegal, siendo testigo de las maniobras que se hicieron para que abandonara su misión en San Benito Abad, al cura Tovar, con su artera jugada para echar - literalmente - a nuestros scouts del predio parroquial con banales excusas, enancadas en razones recaudatorias para una elite privilegiada... a Taborda con quien tuvo cercana amistad hasta el final.
Recuerdo aquel mes de junio de 1966 cuando regresaba del Instituto La Salle de Florida, Buenos Aires, para radicarme con mi madre... fue el Negro quien de inmediato me convocó para participar de su proyecto para desarrollar el scoutismo en San Benito, que ya funcionaba desde hacia poco más de dos años... al comienzo nos abocamos a crear una patrulla más - por entonces estaba sólo la "Águila" - y sobre fines de 1966 fundamos la "Cóndor", con la que fuimos a los primeros campamentos. Y en 1969 pasé a ser su secretario y escribiente hasta que partí a radicarme en El Palomar, Buenos Aires, en marzo de 1970.
Por eso soy testigo del gran proyecto que desarrolló con tanto tesón y tanto sacrificio desde el comienzo. Nunca resultaban fáciles las cosas, siempre las dificultades, 'las pistas a sortear', ni hablar de los enemigos que surgían como de la naturaleza, propios del éxito ajeno... mezquindades infaltables que al Negro no le hacían mella... ¡Y supo sobreponerse a todo!
Pero no solamente fue activo maestro y dirigente scout, sino que nunca desperdició oportunidad para estar al lado de las fuerzas vivas del pueblo participando en cualquier actividad que se desarrollase. ¡Tenía el gesto permanente de servir de la forma que sea, sin importarle circunstanciales diferencias!
UBALDO PELLARINI FUE ARQUERO DE SAN BENITO Y DE DON BOSCO DE PARANÁ
Y quedaron a medio camino los sueños del museo local, de la historia gráfica impresionante en miles de tomas que serán reflejo viviente de la historia de San Benito en todos los tiempos.
¡El Negro no se fue!!!
Seguirá existiendo desde su actual dimensión, seguirá irradiando energía, tesón, don de gentes, creencia religiosa, seguirá siendo ejemplo para todos...
Tal vez no será esta la mejor manera, pero quería decirle al amigo que para mi no se fue... siempre estará en nuestra memoria... ¡sonriendo!!!
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