CUANDO ALUDIMOS A ÁLGUIÉN CORRE A “OPERAR”
La actitud que viene adoptando Ángel Vásquez cuando se entera en sus lecturas diarias en nuestro blog que alguna persona en particular ha decidido plegar su apoyo para otros candidatos que no sean del oficialismo local sale corriendo a presionarlo de cualquier manera para revertir su decisión.
Esta curiosa metodología del “apriete” corre por un andarivel distinto a sus expresiones públicas, cuando dice que a él no le importan los demás candidatos y que saldrá a volcar el padrón a su favor a un mes de las elecciones, llámese en setiembre venidero.
Lo que está ocurriendo es que se siente inseguro de su propia estrategia, la de impulsar a su nene como candidato; es que va comprobando con el correr de los días que no puede sumar voluntades; por el contrario, la dispersión es el síntoma que dan los vecinos al nepotismo casero de Ángel Vásquez, quién cometió el más grueso error desde que Tachuela Acosta hizo todo lo posible para que resultara ganador en dos actos eleccionarios.
Ahora le tocó a él. Debe irse a su casa y su grupo de tareas, en teoría, debería abocarse a elegir sus próximos representantes; pero eso nunca ocurrirá; en la práctica, la militancia del oficialismo benitense está totalmente desorientada; este grupo no tiene liderazgos visibles que puedan asumir el protagonismo post Vásquez y entonces se someten resignados a acatar las ocurrencias del todavía mandamás local, sin darse cuenta que van camino al fracaso.
Algunos ya se dan cuenta que en realidad lo que quiere el intendente es privilegiar sus propios intereses (fundamentalmente económicos) por sobre el interés del sector; nada le importa más que tener asegurada la “caja municipal” por cuatro años más; allí nutre sus extravagancias, financia sus apariciones en el hipódromo de Palermo, San Isidro y otros, termina la construcción del country particular que está haciendo en Puerto Brugo, saca fondos para terminar de pagar con dinero público la deuda que tiene desde hace años con la A.F.I.P. (originalmente de un millón y medio de dólares), construye la cancha de fútbol cinco en las inmediaciones de la Comisaría Tercera de Paraná, etc., etc.
Otros, más ingenuos u oportunistas, prefieren seguir genuflexos mientras puedan recoger algunas migajas en el festín oficial.
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