UN DOMINGO CON FIESTA DOBLE:
SE VIENE EL DÍA DEL PADRE Y DE LA BANDERA
El próximo domingo, coincidentemente, es el Día del Padre y el Día de la Bandera.Para lo primero, la familia se juntará seguramente alrededor de la mesa para homenajear al padre para los que lo tienen y alguna flor será el recuerdo para los que se fueron.
Para lo segundo, es muy probable que pase desapercibido como otras tantas fiestas patrias, que en los últimos tiempos no tienen el eco suficiente para su celebración en nuestra localidad, producto de la falta de organización de parte de la institución municipal y de coordinación entre las instituciones para llevar adelante algo en común, que permita a la ciudadanía en general participar del festejo patrio junto a sus hijos, que son los herederos de nuestra enseña y de nuestra nacionalidad.
Así pasan sin pena ni gloria nuestras fiestas patrias, con la ausencia total de cualquier símbolo, mensaje, actividad, o lo que sea; una actividad que muy bien podrían encarar nuestros asalariados concejales, para ofrecer a los habitantes sanbenitenses algo conmemorativo y convocante.
Años atrás todas las fiestas patrias eran celebradas con mucho entusiasmo y se hacían actos en la placita “Malvinas”, o en alguna escuela, con la participación de muchos vecinos. Lamentablemente la costumbre se ha perdido.
Hace 20 años atrás se juraba la bandera el 20 de junio en la avenida Friuli, con la participación de soldados de la Segunda Brigada Aérea, que conducía por entonces el héroe de Malvinas, Comodoro Héctor Cid. Fue una fiesta hermosa…y desde entonces:
NADA…!
Prueba de lo apuntado es la paupérrima celebración del Bicentenario en San Benito el pasado 25 de Mayo, fecha que para todos los ciudadanos locales pasó como si nada, porque no hubo ingenio para atraer la atención en tan magna fiesta de la que habrá que esperar otros cien años para que se repita.
No hubo ninguna actividad convocante, aunque una triste parodia de acto se dio en el Honorable Concejo Deliberante donde una decena de funcionarios, el intendente, el cura párroco y un empleado asesor descubrieron una placa recordatoria.
El intendente se presentó con la misma vestimenta con la que luego se fue a ver correr una cuadrera de caballos y a la hora de las palabras, un empleado oriundo de Nogoyá pretendió trazar un parangón entre los próceres de la patria de aquella gloriosa gesta de 1810 con su jefe inmediato, Ángel Vásquez, a quién quiso poner en un nivel que provocó no disimuladas sonrisas entre los que pocos que estuvieron en la esquina de Rivadavia y Friuli.
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