Mostrando entradas con la etiqueta DON IRALA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta DON IRALA. Mostrar todas las entradas

viernes, 26 de noviembre de 2010

LAS PENAS DE TACHUELA ACOSTA

POR DON IRALA:


Yo soy el Negro Tachuela,
buen Petiso y compadrón;
He vivido de  pichón
En los pagos de Seguí
Y es el sitio ande nací
Bien cerquita del Ramblón.

Vengo hace rato luchando
Por manotear un sillón;
¡Con una diputación
Me conformaría con eso,
Ya se lo dije al Conejo
Y con mucha antelación!

¡Pero este Conejo es duro,
Que lo recontra tiró!;
¡Miren cómo me engañó
Y hasta el último momento
Me mantuvo con el cuento
Qu´el elegido era yo!

Viene aurita un cabrón
A comer mi propio asado
Que yo había preparado
Con esmero y gran trabajo;
¡ No pude pegar un tajo
Ni dar siquiera un bocado!

Ladeado cual chiripá
Y por los perros bien meado;
Después de tanto he quedado
Como palo de gallinero,
Cagado por el compañero
Y llorando desconsolado...

Ya no quiero ni pensar
Lo que haré en el futuro,
Pa’ cuidarme yo procuro
Ajustar mi  cinturón,
Comer zapallo, garrón
Y torta asada, ¡lo juro!

Con desconsuelo y dolor
Yo quisiera protestar;
¡ Cómo me van a tapar
Tan de improviso la geta
Y tan cerca de la teta
Sin mamar me han de dejar!

El Conejo Jorge Pedro
Me ha recontra cagado,
Pues el jueves ha confirmado
Y ha colocado en la fila
A Edgardo Sánchez, el Pila,
Pa´que llegue a diputado.

Ya no se pa´quien jugar,
Pues vengarme yo quisiera;
Para peor que ni siquiera
Un puestito he de morder,
¿Cuatro años tendré que hacer
otra vez Sala de Espera..?

Ya no ligo ni p'al truco,
Mucho menos p'al envido,
Si apostando hube querido
Ganar la mujer divina,
En el Bingo: a “Jorgelina”
Es lo que hubiera conseguido...

sábado, 20 de noviembre de 2010

LOS PERRITOS VAN AL CIELO

POR DON IRALA
Amílcar  muy calladito
Todo el día había andado,
Es qu’estaba preocupado
Por causa de su perrito;
“Felipe”, muy enfermito
Ya con él no correteaba
Pues los días se pasaba
Echadito en un rincón;
No comía el muy bribón,
Casi ni agua tomaba.

El niño triste sabía,
Pues su mamá le había dicho
Que por causa de un mal bicho
Del moquillo es que sufría
Y en su pancita tenía
Una cruel enfermedad;
No sabía, en realidad,
Que nadie lo curaría,
¡que “Felipe” se moría
Era la ingrata verdad!

Y esa noche se acostó
Sin decir palabra alguna;
Por la ventana la luna
Su camita iluminó;
Amílcar no se durmió
Ya que en su mente el anhelo
Le provocaba un desvelo
Que entendió su corazón,
Así rezó esta oración
Que a Jesús le mandó al cielo:

- “Triste estoy mi Jesucito
Y no me puedo dormir,
Sólo te quiero pedir
Por “Felipe”, mi perrito;
Con rapidez necesito
Que despiertes tu atención
Y si tienes ocasión
Cuéntaselo a tu Papá
Que “Felipe” enfermo está
Que le tenga compasión” -

- “Si no lo puede curar
Porque tarde le recé,
Dile por qué no ve
Si se lo puede llevar;
Seguro le va a gustar
Porque es lindo mi perrito;
Que no sufra, necesito,
Se lo pido ¡por favor!,
Se lo cambio por mi amor
¡no te olvides Jesucito!” –

Una calandria avisó
Qu’el día había llegado
Y con su trinar cambiado
Al niño sobresaltó;
En su cama se sentó
Y escuchó que no era igual,
Que no era el habitual
De alegrías mensajero;
Era un trinar agorero
Anunciando algo fatal.

Enseguida confirmó
Lo qu’era presentimiento
Pues llegó en ese momento
Su mamá, que se sentó
En su cama y lo abrazó
Con un cariño entrañable,
Tratando en lo posible
De suavizar la noticia
Y narrarle la desgracia
Que ya era predecible.

No lo pudo soportar
Tras la vigilia sufrida;
Fueron lágrimas sentidas
Que quisieron aflorar;
Así se puso a llorar
El niño, desconsolado;
A su mamá abrazado
El quería comprender
¡Por qué debía perder
A su perrito mimado!

Aquel día transcurrió
Aletargado, cansino,
Como atajando el destino
Que al “Felipe” se llevó;
Amilcar se lo pasó
Todo el día sin jugar,
Es que quiso acompañar
A su amigo preferido;
Al colegio no había ido
¡había tiempo pa’estudiar!

Su abuelita con premura
Un cajón le fabricó
Y en el jardín le cavó
Una humilde sepultura;
Ya el sol para esta altura
Se bajaba hacia el poniente;
El niño raudamente
En el jardín cortó una flor,
¡quiso sacar la mejor
Para ofrendarla inocente!

Enredando la cuerdita
Del perrito juguetón
La dejó sobre el cajón
Y al medio una margarita;
Puso sus manos juntitas
Como queriendo rezar;
Sólo quiso conversar
Con su entrañable amiguito:
- “Felipito…Felipito…
¿Nunca más vas a jugar?

Al “Felipe” se enterró
En ceremonia sencilla;
Amílcar en sus mejillas
Su tristeza denunció
Y la inquietud despertó
En su amargo desconsuelo;
Preguntó, mirando al cielo,
Empapada su carita:
- “Dime, abuela... mi “lelita”…
¿Los perritos van a cielo?”

San Benito, noviembre de 2005.

martes, 16 de noviembre de 2010

LAS COPLAS DEL NEGRO TACHUELA

POR DON IRALA
Yo también voy a cantar
En coplas mi desazón;
Quiero expresar mi opinión
Con mucha sinceridad;
Quiero contar mi verdad
La mano en el corazón.

Soy Acosta Oscar Dionisio,
Soy Tachuela o el Petiso;
Mi verso será conciso
Y pa’ ir directo al grano
Mi partido desde el llano
Es Futuro y Compromiso.

No creerán si les digo
Lo que siento en la ocasión;
Duele mucho la traición
De Masei, de Mingo Andino
Que me dejó de camino
A poco de su asunción.

Que lo recontra parió
Pensar que lo levanté;
Yo mismo le regalé
Pa’ que viva un terrenito;
Así llegó a San Benito
Mingo de la DePeVé.

Otros también me jodieron
Pero éste fue especial,
Pues llegó a ser concejal
Andino por mi partido;
¡Hoy lamento que haya sido
Mal amigo y desleal!

Ahora me entero que Mingo
Con Gilberto se ha unido
Pa poder seguir prendido
De la lechera oficial;
Lo triste es que, al final,
Por chirolas se ha vendido.

Pero también me desvela
Y no lo puedo entender
Cómo me vino a joder
Ducasse y les doy un dato:
Es el negro otro aparato
Y de Busti era el chofer.

El Negro con eso pudo
Hacer su linda mansión;
Disculpen la intromisión
Y qu’en el caso me meta,
compró autos, camionetas
también con su profesión.

Es raro ver un chofer
Con semejante capital;
Y pa' ser justo y real:
El Negro se fue de mano;
Ni que fuera de Moyano
Su alcagüete más leal.

Le tengo hecha la cruz
Pues se pasó de bribón;
En la primera ocasión
Que tuvo me recagó,
A Sugus y a mi nos borró
Sin dar una explicación.

Así las cosas entonces
Mis votos quiero vender
Tengo mil, para saber,
Y otros más, a lo mejor;
Estoy p’al primer postor
Y lo que sepa ofrecer.

En la puerta de mi rancho
Espero pa’ negociar,
Pero para arreglar
Deben tener bien presente:
Quiero espacio suficiente,
Tres lugares me han de dar.

sábado, 13 de noviembre de 2010

ECOS DE LA REALIDAD COTIDIANA

LAS PENAS DEL ÁNGEL
POR DON IRALA:

Quiero volver a cantar
Mi pena, mi sentimiento
Y su usted m’escucha atento
Seguro va a discernir
Todo lo que debo sufrir
En este difícil momento.

Tengo una pena profunda
En mi triste corazón;
Pues no hallo la razón,
No le encuentro fundamento
Que Gilberto en el momento
Me la juegue de traición.

Siempre lo tuve de amigo
Le contaba mi penar;
Hasta lo supe mandar
Cuántas veces a mi rancho
¿no habrá sido cual carancho
Y mi ausencia aprovechar?

¿Y qué se puede esperar
De un compadre traidor?
A mi me llegó un rumor
En una oportunidad
Más dije: - ¡no es verdad,
Bien conozco a mi asesor!

Yo me olvidaba qu’el tordo
En nido ajeno es experto
Por eso es que he abierto
Bien mis ojos, previsor,
Si tordo al verre es dotor,
También es dotor Gilberto.

Una mancha más al tigre
No será de trascendencia,
Más la otra contingencia
Mucho más me ha resentido
Pues Gilberto quiere el nido
Pero el de la intendencia.

Nada más, ni nada menos,
Esta es su pretensión,
Calza el dicho en la ocasión:
- ¡Pa’ manguiar no es pijotero!;
¡Tontito el nogoyacero
Que la juega de traición!


viernes, 22 de octubre de 2010

ECOS DE LA REALIDAD COTIDIANA

LAS PENAS DEL ÁNGEL
POR DON IRALA
Aquí me pongo a cantar
Al compás de m’ instrumento;
Es pa’ contar lo que siento
Tras profunda desazón;
Yo ya perdí la razón
Es lo que más me lamento.

Ángel Vásquez, alias Machi,
de los pagos del Brillante,
Allí yo fui un principiante
y coseché un gran prontuario;
¡Fueron pa’hacer un rosario
Fechorías de asaltante!
Con el tiempo me fugué
Por un largo itinerario;
Sufrí el penoso calvario
De vivir en un bendito
Y llegué hasta San Benito
Con la chapa de empresario.

¡A cuánto gil qu’engañé
Con ese verso ladino!
Así me sonrió el destino
Brindándome su indulgencia
Y arribé hasta la intendencia
D’este pueblito argentino.

Así pasaron los meses,
Así corrió el calendario;
 Hoy me agobia el comentario
Que desde un blog el Nibita
A toda la gente incita
Con sus críticas a diario.

Más fuerte ha sido la chuza
Que me causa desazón;
Es que hoy la población
Por todos lados me grita:
¡Que me pela Manzanita
En la próxima elección!

Es muy grande el desconsuelo
Que me vino a provocar
Por lo que fue a publicar
El PNÁ en su edición;
Lo del voto y su intención
No lo puedo tolerar.

Parece no conocerme
La gente del PNÁ,
No se de donde saldrá
Esa falsa información
Ya que aplauden mi gestión
En todo el Gran Paraná.

Obras más obras, les digo
Es mi eslogan de ocasión,
Lo sabe mi población
Que a la hora de votar
Seguro que irá a evaluar
Con la mano en el corazón.

Yo hice Rosario – Victoria,
El puente interprovincial;
Una obra sensacional
De buen presagio y albur
Abriendo p’al Mercosur
Camino internacional.

Hice Cloacas, hice gas,
P'al anciano hice un hogar
y no lo voy a engañar
si le cuento que también
hice vías para un tren
y aeropuerto pa'volar.

Estoy por hacer otra obra
Pa’ todos interesante;
Haré un puente colgante
Sobre el río Paraná;
Dos provincias unirá
Este proyecto  gigante.
Y si usted no me quiere creer
Se lo dejo a su criterio;
En mi ciencia no hay misterio,
Dar un ejemplo me sobra,
Con sólo mirar mi obra
Camino del cementerio.

Por todo lo que les cuento
me inunda gran amargura;
no me vengan a esta altura
a decir qu'en San Benito
lo pelan a mi Angelito
en la contienda futura.

 Tal vez otro fondo blanco
En la ocasión me reanima;
esta verdad me lastima
Y me tiene cabizbajo,
Y eso que tengo, ¡carajo!,
Como tres líneas encima.