sábado, 29 de octubre de 2022

¡EL MÍTICO ÁRBOL DE LA VIDA ... TAMBIÉN QUIERE CRECER EN SAN BENITO!!!

 

YA TIENE SU LUGAR EN EL "PARQUE DE LA VIDA"

Al sureste de nuestra ciudad, a unos mil quinientos metros del casco antiguo, en la mañana de hoy fueron plantados dos ejemplares de 'Arborvitae' (Árbol de la Vida), como símbolo y presagio de una esperanzadora realidad... que hoy se echó a andar en medio de la inmensidad de nuestras chacras de aquella histórica "Colonia 3 de Febrero", embrión emblemático de San Benito... 

El Parque de la Vida se echó a andar desde la realidad - insisto - sin aviso previo, sin palabras llenas de promesas, sin el vano stickers electoral, árboles que vienen para instalarse con la altanería de su fama ancestral, desde el pináculo de la simbología religiosa universal, ensalzada desde tiempos remotos por culturas celtas, nórdicas, asiáticas y puestas en escena por el propio Charles Darwin quien hizo su dibujo elemental por 1873 como ejemplo puro de la filogenia y veinte años después lo presentó como el árbol de la vida en el origen de todas las especies...


... y no podía ser mejor oportunidad y producto de la mera casualidad, sin la premeditación interesada, que se honrara en San Benito ese cúmulo de idolatrías paganas y religiosas que por siempre han rodeado a esta especie universal e inmortal, con la conjunción de la niñez y la tercera edad... ¡Doña Gladis Gastaldi de Bregant, con sus cercanos 85 años, vecina de nuestra ciudad y deportista en la práctica del golf croket, quien plantó el primer ejemplar del Árbol de la Vida en el inmenso predio del parque que hoy se echó a andar!!!... sostienen el árbol representantes del futuro, llevando a la práctica el lema scout de "servir", que fuera inculcado por el célebre Baden Powell. Otros contribuyeron también, es cierto, ¡pero doña Gladis representa para todos nosotros el esfuerzo secular de nuestros gringos!

¡Misión cumplida!, es lo que parece insinuarnos doña Gladis, sepultando también - ¡oh casualidad! - aquella antigua fama del lugar, llena de misterio, que el tiempo  hizo que lo tomara como suyo el folclore popular... ¡y no fue leyenda!... se habrán ido para siempre aquellos duendes fantasmales o habrán sido tomados como suyos por este árbol que la creencia pagana le adjudicaba la conexión con el inframundo; lo cierto es que la casa aquella donde las sillas y los muebles se movían solos y los lamentos se confundían con el sonido del viento, replicado en las hojas de los árboles en la oscuridad de la noche, ya fue derruía hace un tiempo y se intrusó sobre sus cimientos ese infame centinela de la modernidad.

Si el ginkgo - así lo llamaron los orientales - con sus aladas mariposas vegetales fue el único sobreviviente que dejó la bomba de Hiroshima el 6 de agosto de 1945, vino a dar por iniciado con todo su esplendor e inmortalidad echando sus raíces en nuestro "Parque de la Vida", que arranca desde hoy, para insinuarnos su metáfora: ¡hay futuro!

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