PATÉTICO FINAL DEL SUEÑO ENTRERRIANO

EL AUTO-ELOGIO ES UN SIGNO DE DEBILIDAD
NADA SE DIJO DEL ANTICIPO 
DE LAS ELECCIONES PROVINCIALES

ASUSTADO CON LOS QUE ESTÁN SACANDO LOS PIES DEL "PATO"...
NO TUVO CORAJE PARA HABLAR DE LAS ELECCIONES PROVINCIALES

el gobernador Sergio Urribarri pronunció su último discurso ante la Asamblea Legislativa de Entre Ríos, para dar inicio al 136° período legislativo de la provincia. De acuerdo a lo que establece la Constitución provincial, él nunca más podrá volver a postularse como gobernador de Entre Ríos, lo que es un hecho inédito, ya que es la primera vez que ocurre.

Su discurso ante la Asamblea fue una simple foralidad en el que detalló lo que para él fueron logros muy importantes en sus dos gestiones, a la vez que señaló algunos temas que se llevarán adelante en los 10 meses que aún le restan al frente del gobierno. Tal como se preveía nada dijo acerca de las próximas elecciones; ni de la fecha en que se realizarán, ni con qué ley.

Los legisladores se sorprendieron mucho cuando el gobernador terminó su discurso de poco menos de 50 minutos y no dijo ni una sola palabra sobre su candidatura presidencial, ni así tampoco de los contratos firmados con la República Popular China.

Urribarri dedicó más tiempo en lanzar loas al ex presidente Néstor Kirchner y a su esposa, Cristina Fernández, como fiel reflejo de la vergonzosa sumisión que tuvo hacía ellos durante su gestión, que en ocuparse de cuestiones más importantes. “Nada de lo que pasamos, hicimos y generamos podría haber sido posible si no hubiese existido en nuestras vidas un hombre que vino a cambiar todo, que trajo esperanza, dignidad y alegría a nuestro pueblo" en referencia al fallecido Néstor Kirchner, a quien definió como "compañero del alma, el mejor de todos nosotros. Él fue el viento de cambio que abrazo cada rincón del país, solo los necios no supieron acompañar con la intensidad y la fuerza que el imponía" expresó. 

Con igual énfasis señaló que "nada de lo que hicimos sería posible sin ella, sin nuestra conductora natural que entendió mejor que nadie el camino trazado por su compañero de vida y que profundizó con garra, con voluntad y sobre todo con corazón la causa del verdadero federalismo" en referencia a la presidenta Cristina Fernández.

 

El Acto

Luego el gobernador acompañado por los legisladores, sus ministros, algunos intendentes y familiares se dirigió hacia el palco instalado en las afueras de la Casa de Gobierno de Paraná, desde donde se dirigió a una muchedumbre de personas que habían sido traídos desde distintos lugares de la provincia para hacer número en el acto.

Los funcionarios de más alto rango, como directores, sub directores y jefes de departamentos de todas las áreas fueron conminados a concurrir y debieron ubicarse en lugar bien visible. Detrás de ellos el resto de la militancia, que a pesar del especial pedido de no hacerlo, muchos de ellos llevaban pancartas alusivas a ciertos candidatos. Sobre todo de aquellos que ya se han enterado que no serán tenidos en cuenta al momento de decidir la listas. Pero eso es parte del folklore.

Ante la multitud, un Urribarri evidentemente emocionado, pronunció un discurso delirante, en el que nuevamente se refirió más a Néstor y Cristina Kirchner que a su propia gestión. Lo más destacado que dijo fue cuando señaló que detrás de él estaba quien podría ser su reemplazante. Allí estaba con su gesto característico de “yo no fui” el intendente de Concordia, Gustavo Bordet.

El gobernador azuzó al gentío para que cuiden el proyecto y a la presidente ante lo que él cree es “un nuevo intento para derrocar al gobierno”, en clara referencia a la marcha del 18F. “Este acto”, dijo “es una muestra de que ni siquiera deberían intentarlo” y agregó “yo les pido que estemos atentos, que no nos descuidemos, porque no tenemos que permitir que vengan a robarnos todas las conquistas que hemos conseguido” y finalizó “este acto es para mostrale a nuestra presidenta que acá estamos los entrerrianos para defenderla”.

Pero si los legisladores durante el desarrollo de la Asamblea habían quedado extrañados por la falta de menciones sobre su candidatura presidencial, mucho más sorprendió al gentío presente, y mucho más a los más acólitos, que miraban azorados como Urribarri se despedía sin decir una sola palabra sobre el “sueño entrerriano”.

El silencio y la desazón ganaron rápidamente a la gente y fundamentalmente a los funcionarios que se miraban azorados, como entendiendo que la despedida abarcaba también la candidatura presidencial.

(de U24 Entre Ríos)