Tribuna
de Opinión
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ANIBAL JUSTO GONZÁLEZ
FUE INTENDENTE DE SAN BENITO...
UN NOMBRE...Y UN HOMBRE. |
LA
IMPORTANCIA DE UN INTENDENTE DE HACE VEINTE AÑOS ATRÁS
No
hace falta tener muchos elementos para reflexionar acerca de la importancia que
tiene en el concierto regional el accionar de algunos que han tenido
responsabilidades en la función pública alguna vez.
En
la mayoría de los casos respecto a los que pasan por los sillones de
funcionarios públicos nadie los recuerda, pero hay casos que por distintas
circunstancias se transforman en emblemáticos y viven en la mente de muchos,
hasta de algunos mediocres funcionarios actuales que los llevan como un karma
permanente que nunca podrán superar.
Es
entonces cuando nace desde la propia ineptitud la necesidad de demonizar, como
se da en particular en el caso de nuestra ciudad, donde no pueden dar un paso
sin recordar la gestión del ex intendente radical Aníbal Justo González, como
si sus errores – para decirlo en criollo: como si las cagadas que se mandan a
diario – se pudiesen cubrir recordando el paso de otros…en otros tiempos y en otras circunstancias.
Esto
termina siendo un boomerang que los degrada, porque es el sub consiente que los
traiciona a ellos mismos.
En
el caso particular, debo afirmar con sinceridad que me honra la crítica, la
sola mención a mi nombre me enorgullece cuando parte de la boca de funcionarios
y políticos locales queriendo justificar su incompetencia, cuando – por ejemplo
- creen que diciendo que era “radical” me desmerecen. Todo lo contrario.
Soy
y seré siempre agradecido a don Sergio Alberto Montiel que me dio la
posibilidad de militar y de ser representante de la Unión Cívica Radical en un
cargo electivo, un agradecido por haberme posibilitado ejercer el gobierno
local por diez años, un agradecido al partido U.C.R. por haberme permitido
representarlo; fui y seré siempre “radical”.
Circunstancias
de la política casera de San Benito – que no vale la pena recordar ahora - hicieron
que me expulsaran del partido…y, sin
embargo, sigo siendo orgulloso de él. Lo que pasó… pasó… fue!!!
La
parte que me toca en responsabilidad por los sucesos que se dieron la asumo a
plenitud, porque ‘fui’ funcionario, pero nunca dejé de ser hombre.
Por
ello, cuando alguno piensa por ahí que me desmerece el hecho de haber sido ‘intendente
radical’ se equivoca de pleno, porque tuve aciertos y errores, pero siempre
actué con la consigna de mi conciencia y con el absoluto convencimiento de
estar haciendo las cosas bien y para bien.
¡Gracias
a los que necesitan recordarme por cualquier motivo porque me hacen seguir vivo
en el recuerdo, latente y formador de opinión…mal que le pese a alguno!
