Un argentino, un mejicano y un gallego estaban trabajando en la construcción de un edificio de 40 pisos. A la hora del almuerzo, estando en el piso 30 , empiezan a abrir sus Tuppers y el argentino, muy irritado, dice:
- "Sándwich de jamón y queso de nuevo, la reputa madre! Si mañana abro el Tupper y encuentro sanguiche de jamón y queso, me tiro desde acá arriba!"
El mejicano abrió su Tupper y gritó:
- "Tacos con chile de nuevo, manitos! Si mañana mi almuerzo son tacos con chile, me tiro desde acá!"
El gallego abrió el suyo y dijo:
- "Sardinas de nuevo, coño! No! Si mi sándwich de mañana es de sardinas, me tiro yo también".
Al otro día el argentino abrió su Tupper, vió el sándwich de jamón y queso y saltó hacia la muerte.
El mejicano abrió su Tupper, vio los tacos con chile y saltó también.
El gallego abrió el suyo, vio que su sándwich era de sardinas y salto al vacío.
En el entierro de los tres, la mujer del argentino lloraba sin parar, diciendo:
- "Si yo hubiese sabido cuanto él estaba cansado de comer sándwich de jamón y queso, no le hubiera preparado nunca mas eso...!"
La mujer del mejicano también lloraba y gritaba:
- "Yo le podría haber preparado frijoles ! No me di cuenta cuanto él estaba odiando comer los tacos con chile!"
Todos se dieron vuelta y miraron a la esposa del gallego:
-"A mi no me miren. Él siempre se preparó su propio almuerzo!!!
(Colaboración Rubén Omar H.)