Tribuna de Opinión
para recordar acerca de un tema similar al de Marita Verón.
Por Fernando Paolella, de la Redacción de NOVA.
“El pasado 1° de noviembre (2009), un periodista de nombre Fernando Paolella difundió por un sitio digital llamado ‘Tribuna de Periodistas’ datos referentes a que Fernanda Aguirre se encontraba siendo prostituída en un prostíbulo de lujo llamado ‘El Romaní’. Que la información se lo había dado un miembro de Gendarmería Nacional. El Complejo Romaní está situado en la Carretera Nacional 332, Kilómetro 242, en la localidad de Valencia (España). Lo cierto es que el jefe de la División Homicidios (Ángel Ricle) no tenía datos sobre la información. Fernanda Aguirre tenía 13 años cuando desapareció el 25 de julio de 2004 en la localidad entrerriana de San Benito. En diciembre de 2006, siguiendo una línea de investigación sobre un supuesto secuestro de la jovencita sobre redes de trata de personas, se realizó la búsqueda de la jovencita por España, a través de Interpol y Policía Federal, y por orden del juez Gustavo Maldonado. El dato difundido por Paolella el 1° de noviembre terminó en librar una orden de búsqueda de Fernanda Aguirre por INTERPOL, donde tomó conocimiento y acción del caso el Departamento del Crimen Organizado (entidad abocada a este delito) y se tomó referencia a que el dato surgió de una investigación realizada el 27 de octubre del corriente año”.
Esta información, contundente como interesante, fue remitida al sitio amigo www.periodicotribuna.com.ar a fines de diciembre por Germán Bernales Hinrichsen, coordinador del Programa Nacional Red Anti-trata de Personas, CeDHCo, Centro de Derechos Humanos del Comahue. Esto corrobora la versión difundida tanto allí como en NOVA, mediante los informes publicados el 5 y 9 de noviembre de 2010.
Y el informe agrega: “Fernanda contaría en la actualidad con 19 años, era uno de los datos con que contaban los agentes de la Jefatura Superior de Policía de Valencia, donde se realizó la primera semana de noviembre un procedimiento conjunto con agentes del Crimen Organizado y de la Unidad contra las Redes de Inmigración y Falsificación (Ucrif), quienes si hicieron presente en el Complejo Romaní identificando a todas las alternadoras del lugar, por lo cual el parte oficial fue que a Fernanda Aguirre se la confundió con una alternadora rusa que guarda parecida fisonomía, por lo cual se daba por descartada la presencia de la jovencita en dicho magno prostíbulo.
“Quien primero negó que Fernanda estuviera en Valencia fue el líder de la ultraderecha española, José Luis Roberto (en el 2000 fue secretario general de España), quien se encuentra en la actualidad en la parte legal y técnica de la ANELA. Podrán observar que tanto Roberto como otros miembros de la ANELA poseen sólidos contactos en la política española. Es más, el presidente de ANELA (Pablo Mayo) es el dueño de Romaní, por lo cual fácilmente pudo haber sido verdadero el dato de Fernanda y el tiempo que demoró el pase que libró Interpol para dar con Fernanda pudo ser el detonante para no dar con ella… entre otros factores”, sostiene la información.
“La cuestión es que Roberto elaboró el 18 de marzo de 2002 una propuesta para expandir la ANELA a otros puntos del globo, es tal que vieron factible utilizar los recursos de Portugal para sus ambiciones de expansión como así un documento de mediados de 2003 se decidió que Argentina sería el lugar indicado para expandir ANELA, por lo cual el punto de inicio seria Buenos Aires, donde empresarios de prostíbulos españoles viajaron para observar y estudiar las propuestas –dice-. las posibilidades que brindaba Argentina con una moneda devaluada y los costos sumamente bajos a relación del euro, era para ellos el paraíso para alquilar inmuebles con derecho a compra y conseguir mujeres argentinas y extranjeras para sus prostíbulos en Buenos Aires y poder tener un punto para llevar mujeres hacía España.
“Dicho informe llamado ‘Operación Argentina’ –aclara la información- fue difundido por el Gabinete Jurídico “Abogacía” en Valencia. Hay mucha información para leer y nombres/apellidos para chequear, lo cierto es que teníamos conocimiento de que mujeres paraguayas eran introducidas a prostíbulos de Portugal para terminar siendo explotadas en España, pero datos de que empresarios de prostíbulos españoles vieran en el 2003 a Argentina como punto de expansión y centro de tránsito para llevar mujeres argentinas o extranjeras a España’’.
¿Dónde están?
El pasado 23 de noviembre, se comunicó con este cronista el colega Juan Carlos Villagra, del sitio www.patagoniawouk.com.ar, de Tierra del Fuego, quien sostuvo en un mail que se hallaba allí el pedófilo español José Antonio Pla Casado, prófugo de la Justicia ibérica y en el momento de la desaparición de la niña Sofía Herrera estaba en dicha región argentina.
Su rastro se logró mediante el entrecruzamiento de llamadas por celular, y pudo determinarse que además se dedicaba a trabajos de tipo mafioso a cuenta de otros. ¿Al servicio de las redes de trata? Muy probablemente un operativo encargado de seleccionar candidatas, que luego son chupadas y sacadas del país en containers para ser trasladadas ilegalmente a Portugal y España.
En un país donde se esfuman chicas de 8 a 24 años, y no se las traga la tierra, el caso de la joven entrerriana, que hoy tiene 19 años, se ha convertido en un emblema. No sólo por su desaparición, sino también por el entramado donde se entrecruzan complicidades en áreas policiales, políticas, judiciales y migratorias.
No sólo acá en Argentina, sino también en España, pues según la presente información en el negocio de la prostitución está metida la organización ultraderechista Falange Española Tradicionalista. Además, la mención a la denominada arriba Operación Argentina, y 2003 como año de su implementación, remite sin coincidencia alguna que a partir de allí aumentaron en forma alarmante este tipo de casos.
Los nombres de Florencia Penacchi, Sofía Herrera y Fernanda sólo conforman una pequeña parte de las más de 600 menores raptadas por las redes de trata de personas desde 2008 a 2010. A pesar de la ingente y constante lucha de varias ONG’s contra este flagelo, lamentablemente la inacción del Estado, sobre todo en materia de prevención, hace que esta rémora de la sociedad esté lejos de ser erradicada. Como sucede en la lucha contra el narcotráfico, los espacios vacíos son ocupados por otros, y no siempre se encuentran en el bando de los buenos.