El comisario Smuck dijo que no toma declaraciones a detenidos a pesar de lo que consta en un acta de Alcaldía. |
En un día de extensas declaraciones, lo destacado llegó al final en la cuarta audiencia oral y pública en el caso Hartman. El comisario y sub jefe de la División de Homicidios de la PER, Carlos Schmuck, declaró como testigo propuesto por las partes acusatorias compuestas por Juan Malvasio y Álvaro Piérola -representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF)- y la querella a cargo de Marcos Rodríguez Allende. El relato fue continuo durante la primera instancia de su declaratoria sin ser interferido por ninguna pregunta, aunque cuando le tocó el turno del interrogatorio a la defensa a cargo de Miguel Cullen y Guillermo Vartorelli la cosa cambió.
Schmuck tomó intervención en el caso Hartman, según su relato, el sábado 25 de octubre al llegar a las oficinas del MPF -por otro caso- y el agente fiscal Juan Malvasio le comentó que estaba en dicha sede, en calidad de testigo, Facundo Bressan. El comisario dialoga con quien hoy es el imputado en este juicio y, según el relato del funcionario policial, Bressan le señaló a dos vendedores de los objetos de la víctima: el casco y el celular. Cabe recordar que estos dos sujetos presuntamente señalados por Bressan, Mansilla y Totito Pesoa, ya declararon durante este juicio y no se logró comprobar que hayan tenido relación con el caso.
Ese mismo sábado, mientras Priscila continuaba desaparecida, alrededor de las 18,30, Schmuck se dirigió a San Benito a rastrear la información apoyado en los presuntos dichos del por entonces testigo Facundo Bressan. En esos instantes, aunque sin intervención del comisario, se le informó que fue encontrada la moto de la víctima. El sub jefe de la División Homicidios concluye que Bressan le mintió, según sus palabras, al hablar con uno de los amigos cercanos de Bressan, aquel con el que ingresó caminando a San Benito de apellido Rivas. Además, fue informado por el fiscal Malvasio del cambio de condición de Bressan que pasó de ser testigo a imputado por el caso.
Además de participar activamente de los rastrillajes de búsqueda de Hartman, aunque sin tener protagonismo en el hallazgo del cuerpo, Schmuck no se retiró más de la investigación. Su relato comenzó a tener particularidades a raíz de dos hechos en concreto: en primer lugar, Schmuck participó de un refuerzo de allanamiento solicitado por el Delegado Judicial Santiago Alfieri, en la casa de la familia Bressan y terrenos linderos a la misma. Cuando Schmuck llega a la casa de los Bressan, en conjunto con el comisario Ángel Ricle, el oficial Netto -a cargo del allanamiento- ya había encontrado cerca de la medianera que separa la casa del imputado de un terreno lindante, la campera, botas, un pañuelo y los anteojos de Priscila.
Pero la defensa comenzó a interrogar sobre los motivos por los cuales se presentó Schmuck en dicho procedimiento, ya que lo dispuesto por la jueza es que el allanamiento estaba a cargo del funcionario policial de apellido Netto. No obstante, tal cual lo explicó el propio comisario, es una práctica habitual que los superiores del designado a cargo del allanamiento -Netto es un subordinado de Schmuck- participen de dichos procedimientos, a pesar que el oficio dictado por la jueza haya designado "al oficial Netto y agentes a cargo".
Pero la intervención del comisario no fue sólo como observador. Según lo relatado por el propio Alfieri, luego de haber finalizado el proceso de búsqueda en todo el terreno de la familia Bressan, el Delegado Judicial solicitó a la familia a acceder nuevamente a la casa para la elaboración de las actas ya que había comenzado a llover. En ese marco, a espaldas del delegado judicial pero en presencia de una testigo civil -que también declaró durante la jornada de hoy- Schmuck se "sorprendió" -según sus propias palabras- por la posición de un colchón en uno de los salones de la familia Bressan. El comisario decidió mover el mismo y al levantarlo apareció un arito, que luego se confirmó como propiedad de Hartman, lo que desató un momento de tensión. Luego de eso, fue el propio padre de Facundo Bressan quien, por ofrecimiento de Alfieri, optó por entregar voluntariamente a los funcionarios policiales y judiciales.
Cabe recordar que el lugar donde fue hallado el arito, debajo del colchón, ya había sido inspeccionado antes de la presencia del refuerzo del allanamiento. También es necesario traer a colación que dicho colchón fue examinado por los peritos -que ya declararon en las audiencias- y que no se encontró rastros de sangre, aunque si de semen, lo cual en principio no puede ser relacionado con un crimen, al menos necesariamente.
Luego de esto, el domingo, continuando el relato de Schmuck, el comisario se dirigió hacia la sede de Alcaldía, donde ya estaba Bressan en calidad de detenido y sostuvo que se saludaron cordialmente. En ese momento, el imputado que durante casi todas las audiencias públicas se ha mantenido callado, sonrió por lo bajo irónicamente como dando a entender que lo relatado por Smuck era mentira. De hecho, el único testimonio que provocó leves reacciones en Bressan fue el del sub jefe de la División Homicidios.
Acá es donde la defensa interviene para señalar una contradicción entre las palabras de Schmuck y lo que consta en un acta de la sede carcelaria de Tribunales. Mientras Schmuck respondió que "nunca realizó declaraciones a un detenido en la Alcaldía", el acta de la misma señaló que durante la tarde del domingo 26 de octubre, a las 18,30 horas, el detenido Facundo Bressan fue interrogado por el comisario Carlos Schmuck. Ante la repregunta del abogado Cullen, el comisario ratificó sus dichos y agregó que "habría que preguntarle a quien confeccionó el acta".
Para finalizar, la defensa interrogó al comisario por las hipótesis de investigación que desarrolló la PER y el comisario, buscando comprender porque sólo se redujo a la intervención de Facundo Bressan, a lo cual de manera contundente Schmuck respondió: "Yo descubro que Bressan me mintió, su madre entrega voluntariamente el casco y celular de la víctima y encuentran la moto de Priscila a 300 metros de su casa y yo no me aparté más de esa línea, las casualidades para mi no existen", argumentó de manera contundente.