HOY 4 DE SETIEMBRE DE 2012
SE CONMEMORA EL BICENTENARIO
DE UNA RESOLUCIÓN HISTÓRICA
Dada la implicancia que tuvo para la historia de nuestra patria es muy digna de recordar esta fecha singular en la que se abrieron por primera vez las amplias puertas del territorio para recibir a los hombres de buena voluntad que quisieran habitar nuestro suelo.
Es poco difundido este acontecimiento, sin embargo marca un verdadero hito porque fue una determinación casi diría temeraria, teniendo en cuenta que recién habían pasado dos años desde que se cortaron los lazos con la madre patria España y teniendo en cuenta los temores que existían aún cuando Justo J.de Urquiza, después del triunfo de Caceros, le dio forma a la idea de fomentar la inmigración, ya que se esgrimía como una contra la posibilidad de que atentaran contra la nación.
Sin embargo desde entonces se pensó en habitar nuestro inmenso territorio, aunque con esa triste particularidad de avanzar sobre los pobladores originarios, los que por entonces no ofrecían garantías para integrarse libremente y acatar los disposiciones que emanaban del novel gobierno.
El Triunvirato integrado por Feliciano Antonio Chiclana, Juan Martín de Pueyrredón y Bernardino Rivadavia, sancionaron en esa fecha el siguiente decreto: “El gobierno ofrece su inmediata protección a los individuos de todas las naciones y a sus familias que quieran fijar su domicilio en el territorio del estado, asegurándoles el pleno goce de los derechos del hombre en sociedad, con tal que no perturben la tranquilidad pública y respeten las leyes del país.
A los extranjeros que se dediquen a la cultura de los campos se les dará terreno suficiente, se les auxiliará para sus primeros establecimientos rurales y en el comercio de sus producciones gozarán de los mismos privilegios que los naturales del país.
A los que se apliquen por si solos o en compañías al beneficio de minas de oro, plata y otros metales, se les repartirán gratuitamente las suertes baldías que puedan cultivar en los minerales que elijan; se les permitirá la introducción de los instrumentos necesarios para la explotación de minas, libre de todo derecho, conforme a lo prevenido en el decreto de 25 de febrero del presente año y podrán extraer los productos de su industria del mismo modo que los naturales del país.
Y para que este decreto se cumpla en todas sus partes, comuníquese a quiénes corresponda, publíquese en la Gaceta Mercantil y archívese en la Secretaría de Estado.
Firmado. Feliciano Antonio Chiclana. Juan Martín de Pueyrredón, Bernardino Rivadavia Nicolás Herrera. Secretario”.
Cuando se cumplió en centenario en 1912 se organizaron grandes fiestas en el Hotel del Inmigrante del puerto de Buenos Aires. (Domingo 1 de setiembre de 1912. “El Entre Ríos” de Paraná. B.I.P.E.R.)
Hay que recordar que, 12 años más tarde, fue Bernardino Rivadavia el que auspició el ingreso del primer grupo de inmigrantes integrado por irlandeses que se radicaron en el sur de nuestra patria.
