Anoche, con la presencia de una buena cantidad de personas, se iniciaron los festejos del Centenario del Club San Benito, institución que ha estado al servicio de los vecinos durante tantos años y que forjó hombres y mujeres que se fueron incorporando en el tiempo a la vida activa de la ciudad, de la región, del país.
Estamos satisfechos por la noche de gala realizada en el Salón Social del Club ... pero pudieron haber concurrido más usuarios, deportistas usuarios de sus instalaciones, donde en la actualidad desarrollan la práctica de varias actividades deportivas.
¿Acaso se desentienden de la historia de las instalaciones deportivas y sociales que usufructúan para su beneficio?
Seguramente los deportistas actuales - alrededor de 600 de acuerdo a la versión de su presidente René Moretti - aspiran a lograr el éxito en sus disciplinas y que sumarán nuevos lauros para la rica historia que incorporarán en sus vitrinas.
A la vista están tantos trofeos que conquistaron tantos deportistas de nuestro club en el pasado...
Cada uno de ello fue motivo de privaciones, de esfuerzos, de sacrificios...
Cada uno de ellos motivó algún aporte de la dirigencia en el momento en que se conquistó.
Cada uno de ellos fue motivo de alegrías, de festejos, de gratas celebraciones...
Y con los trofeos que en el futuro se sigan sumando... también ocurrirán celebraciones...
Pero volvemos a lo mismo:
¡El único homenajeado, el que está en el lugar más alto de todas las ponderaciones es nuestra divisa, la "Banda Roja"... y al que no le gustan esos colores por fanatismos pelotudos... "la celeste y Blanca" fundacional!
Si no lo sentimos así... estaremos perdidos de cara al futuro. Necesitamos personas para que el club tenga y mantenga ¡vida!, pero también necesitamos que se respete el contenido que encierra en su rica historia.
Nos exime de todo comentario que todos los deportistas actuales tienen la obligación de participar de los festejos... como socios-deportistas y como personas de bien. Para ello no se aceptan excusas.
Ninguna causal puede estar por encima de la institución cuyos colores dicen defender.
¿O acaso lo único que les interesa es su desarrollo personal o - en todo caso - el de su pequeño grupo en la disciplina y categoría en la que se desempeñan?
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