domingo, 7 de febrero de 2016

SE DEVELA EL MISTERIO SOBRE EL INICIO DE LA CREACIÓN

PENSANDO EN BUEYES PERDIDOS ANTES QUE PASE EL CARNAVAL...

EN REALIDAD YA SE SABE DESDE HACE TIEMPO...
SÓLO QUE LA SERPIENTE MALIGNA SE INTERPONE ANTE LAS EVIDENCIAS
Nadie quiere explicar, algunos por su fanatismo, otros por el oscurantismo y otros por ignorancia sublime, lo que realmente ocurrió con Adán y Eva en el Paraíso Terrenal.
Los cultos habidos y por haber, en este humilde negocio de juntar chirolas y más chirolas para financiar el sostenimiento bíblico (algo rechazado por el modernista y reformador Papa Francisco), que con tan buen resultado fue imitado por el hijo ahorrativo de Milagros Sala, nunca han dado pie con bola en el controvertido asunto del pecado original que trajo al mundo tantas pestes y enfermedades para desembocar en la chikunguña, el sika y el dengue, que nos viene a tocar tan de cerca en este enero sanbenitense.

De no ser tan regalones y mimosos Adán y Eva... ¡cuánto nos hubiéramos ahorrado en el mundo en pastillas anticonceptivas, en profilácticos y... en Viagra..! Ni hablar de la necesidad de combatir tantas plagas ni a salir a 'descacharrascarsinchistar' de nuestro benemérito Rubén Palacios!!!
También... hay que ponerse en el lugar de aquellos dos aventurados que tenían para gozar aromas de florcitas por todas partes, agüitas cristalinas, música sinfónica de pajaritos graciosos... aunque carecieran de wi fi, tablet, celu e de la 'internete'...

Se comenta 'of de record' en los ambientes religiosos de todos los órdenes que el primer problema que se le presentó al espíritu investigador de los hombres, fue el del amor feliz. 

A dicho problema lo podríamos resumir así:
"Antes del pecado original, Adán tenía pase libre para conversar familiarmente con el creador don Dios, como lo han podido hacer muchos años  mas tarde los sacerdotes de tantas diferentes religiones.
Un buen día Adán quiso lamentarse de su soledad y - diestramente a fin de no herir al alto protector que lo honraba con su intimidad - le manifestó con cierta 'cancha' su preocupación y su queja. Le habló con inocente franqueza pero fundando aquello que se instauró para la posteridad, las terceras intenciones escondidas en acarameladas palabras.
- amigo mio -  le dijo el Gran Creador de las infinitas galaxias siderales -  ¿qué sociedad deseas que te de? ¿quieres que te mande un ángel, un serafín, un arcángel? ...  cuéntame para complacerte de la mejor manera.
- Ciertamente - contestó Adán - esa sociedad que me proponéis, nada tiene de humillante, pero me parece que no es bueno tener amigos de pelo demasiado diferente al propio. Un ángel, un serafín, un arcángel, me encontrarían de muy pequeña nobleza, haciéndome sentir su superioridad en todo momento. La verdad es que más me gustaría contar con otro yo mismo, pero un tantito inferior, a fin de que sea más dócil a mis voluntades.
- Lo que me pides - mi querido Adán - no es difícil conceguirlo. Si bien podrías llegar a arrepentirte...  tu deseo será satisfecho!

!La primera mujer fue creada!
El primer hombre se prometía una eterna vida feliz con ella y - eso sí - ¡sería ella, ella y sólo ella!...  pero todo lo que empieza un buen día tiene su fin en este mundo castigado.
Todas las tardes, al anochecer, Adán tenía la costumbre de llamar a Eva, para que viniera a sentarse con él sobre un chinchorro trenzado con frescas lianas entre dos frondosos laureles, en el que los hamacaba la suave brisa paradisíaca, como a dos niños juguetones.
Una tarde de aquellas tantas, Eva no fue llamada por Adán al nidito de amor. Eva, se puso muy inquieta, se frotó con el suave gel de un aloé vera sus turgentes pechos, desparramó sus negros cabellos sueltos, y se enfiló contorneándose hacia la cuna de lianas temiendo ya alguna desaparición fatal.
Adán estaba desparramado sobre todo el territorio que las lianas le permitían y roncaba de lo lindo... fue así que Eva comprendió lo que ocurría.
Desde el principio, cuando comenzaron a gozar de ambas creaciones habían convenido entre ellos que cuando sintieran menos la necesidad de verse, se ofrecerían una manzana.
Por amor propio, Eva pensó para sus adentros  - ¡Ésta es la mía.. voy a ser la primera!...- pero la serpiente finalmente despertó y en esa misma noche, Eva se dejó seducir por la serpiente.
Lo demás es historia conocida...
Algunos momentos después el mundo estaba definitivamente perdido.

POSDATA: Si querés hacerle casos a mis años anotate la siguiente moraleja que en más de una oportunidad te va a servir:
...esa sociedad que me proponéis, nada tiene de humillante, pero me parece que no es bueno tener amigos de pelo demasiado diferente al propio. Un ángel, un serafín, un arcángel, me encontrarían de muy pequeña nobleza, haciéndome sentir su superioridad en todo momento. 

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