miércoles, 27 de enero de 2016

LO QUE NUESTROS NIETOS NOS ENSEÑAN

¿LOS PERRITOS VAN AL CIELO?
Amílcar muy calladito
Todo el día había andado,
Es que estaba preocupado
A causa de su perrito;
“Felipe”…muy enfermito,
Ya con él no correteaba
Pues los días se pasaba
Echadito en un rincón…
¡no comía, el muy bribón,
Casi ni agua tomaba.

Aquel niño conocía,
Pues su madre le había dicho,
Que por causa de un mal bicho
Del moquillo es que sufría
Y en su pancita tenía
Una cruel enfermedad;
No sabía…en realidad…
Que nadie lo curaría
¡que “Felipe” se moría
Era la ingrata verdad!

Y esa noche se acostó
Sin decir palabra alguna;
Por la ventana la luna
Su camita iluminó;
Amílcar no se durmió
Ya que en su mente el anhelo
Le provocaba un desvelo
Que entendió su corazón,
Y así rezó esta oración
que a Jesús le mandó al cielo:

_ “Triste estoy…mi Jesusito…
Y no me puedo dormir…
Sólo te quiero pedir
Por “Felipe”…mi perrito;
Con rapidez necesito
Que despiertes tu atención
Y si tienes ocasión
Cuéntaselo a tu Papá
Que “Felipe”…enfermo está
Que le tenga compasión”

_ Si no lo puede curar
Porque tarde le recé
Dile que yo no se
si se lo quiere llevar…
seguro le va a gustar
porque es lindo mi perrito…
que no sufra necesito
se lo pido por favor…
se lo cambio por mi amor
¡no te olvides…Jesusito!

Una calandria avisó
Que el día había llegado
Y ese trinar cambiado
Al niño sobresaltó;
En su cama se sentó
Y escuchó que no era igual,
Que no era el habitual
De alegrías mensajero;
Era un trinar agorero
Anunciando algo fatal…

Enseguida confirmó
Lo qu’ era presentimiento
Pues llegó en ese momento
Su madre, que se sentó
En su cama y lo abrazó
Con un cariño entrañable,
Tratando lo más posible
De suavizar la noticia
Y contarle la desgracia
Que ya era predecible.

No lo pudo soportar
Tras la vigilia sufrida,
Fueron lágrimas sentidas
Que quisieron aflorar;
Así se puso a llorar
El niño, desconsolado,
¡a su madre abrazado
No podía comprender
Por qué debía perder
A su perrito mimado!

Aquel día transcurrió
Aletargado, cansino,
Como atajando al destino
Que al “Felipe” se llevó;
Amílcar se lo pasó
Todo el tiempo sin jugar,
Es que quiso acompañar
A su amigo preferido…
Al colegio no había ido
¡había tiempo pa’ estudiar!

Su abuelita con premura
Un cajón le fabricó
Y en el fondo le cavó
Una humilde sepultura;
Ya el sol para esta altura
Se bajaba hacia el poniente;
El niño raudamente
En el jardín cortó una flor
¡quiso sacar la mejor…
Para ofrendarla  inocente!

Enredando la cuerdita
Del perrito juguetón
La dejó sobre el cajón
Y al medio…la margarita;
Puso sus manos juntitas
Como queriendo rezar,
Sólo quiso conversar
Con su entrañable amiguito:
­_ “Felipito…Felipito…
¿nunca más vas a jugar?...

Al “Felipe” se enterró
En ceremonia sencilla,
Amílcar en sus mejillas
Su tristeza denunció
Y una inquietud despertó
En su duro desconsuelo;
Preguntó…mirando al suelo…
Empapada su carita…
_ Decíme “lela” …“abuelita”…

¿los perritos van al cielo?

de ANIBAL GONZÁLEZ COMAS

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