jueves, 17 de diciembre de 2015

ENCUENTRO POR SAN BENITO REDACTA UN PROYECTO MUY RECLAMADO POR LOS VECINOS

SE QUIERE REACTIVAR LA ORGANIZACIÓN 
DE LOS VECINOS DESDE SUS BARRIOS
Las Comunidades Vecinales son imprescindibles para un proyecto integrador y participativo.
Desde Encuentro por San Benito, con sus concejales Marcelo González y Alcira Lauck,  se está trabajando intensamente para terminar la redacción del proyecto de Ordenanza para abrir las puertas de la participación ciudadana a través de las organizaciones de base.
Los fundamentos del proyecto tienen el siguiente texto:


Los concejales firmantes entienden que es el tiempo ideal para recuperar metodologías que incentiven la participación popular en la vida ciudadana y para ello nada mejor que ofrecer un mecanismo adecuado desde nuestro Honorable Cuerpo Legislativo que contemple todo lo relacionado a la organización y funcionamiento en el ejido de San Benito de las “Comunidades Vecinales”, estructuradas de acuerdo a la realidad y respetando un orden geográfico para que sirva de contención a tantas iniciativas dispersas y sin canales abiertos para su canalización efectiva.
Son los propios vecinos de los barrios que van naciendo en nuestra ciudad los que reclaman instrumentos de participación popular que sepan orientar las iniciativas particulares desde un entorno colectivo lo más próximo posible al lugar donde radican y se desenvuelven, que sean activos partícipes de la búsqueda de soluciones a problemas y conflictos que se originan en lo cotidiano y a la promoción de posibles soluciones que coadyuven al alcance de objetivos comunes.
Creemos que se puede tomar como base para su organización la cuadrícula que ya está pre establecida desde el año  1.879 cuando se fundó la Colonia “3 de Febrero”, cuyos planos establecieron el sistema de concesiones de aproximadamente 36 hectáreas cada una y cuyos primeros ocupantes friulanos dieron origen a lo que hoy es la ciudad de San Benito, por ello, nada mejor que homenajearlos denominando a las Comunidades Vecinales con el nombre y apellido de aquellos pioneros, aunque ello pueda resolverse por otra denominación cuando estén en funcionamiento las mismas.
El ‘vecinalismo’  como método organizativo barrial se ha transformado en un fenómeno social y político que intenta asociarse en busca de soluciones colectivas, por lo que el estado municipal no puede permanecer ausente en esta inquietud manifiesta, debiendo proteger y ordenar desde el punto de vista del derecho de los vecinos en el ámbito de la vida social donde se desenvuelven y a la capacidad de alcanzar una organización de base en los distintos barrios de nuestra ciudad para la búsqueda de soluciones comunes.
La participación activa de los vecinos de los distintos barrios de nuestra ciudad impulsará su desarrollo comunitario y por lo tanto el estado municipal deberá contribuir a su efectiva organización, con auspicio, seguimiento y apoyo permanente, todo ello con la finalidad de disminuir esa dependencia pasiva que suele existir entre vecino-municipio e incentivar la confianza colectiva desde una especie de autonomía para resolver ‘in situ’ cuestiones elementales que se van produciendo en el día a día.
Hay países, por ejemplo en el África, donde hay una acción preeminente desde la organización vecinal que entiende en acontecimientos sociales, bodas, esponsales, funerales, celebraciones y ceremonias de la propia comunidad donde se desenvuelven. Con esto queremos poner de relieve que una comunidad vecinal no es la estructura oficializada sólo para reclamar y exigir al estado municipal, sino que es auspiciante permanente de todo tipo de acciones que coadyuven al bienestar general.
Otorgar cierta autonomía en cuestiones simples, sencillas, que pueden resolver los propios vecinos no significa una estratagema de parte del estado municipal para sustraerse a sus responsabilidades en cuánto a la prestación de servicios elementales, sino que dar vida a las comunidades vecinales es un medio para lograr que los vecinos participen en mayor medida en la búsqueda de la solución a sus problemas.

Entendemos que uno de los objetivos de máxima es aspirar a que, una vez en pleno funcionamiento la cuadrícula de organizaciones vecinales, se comience a incentivar a los vecinos para el debate de los presupuestos participativos, siendo ellos mismos los que planteen a la autoridad municipal las prioridades que hacen a su mejoramiento progresivo. 

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