lunes, 10 de noviembre de 2014

LA POLICÍA ESTÁ A LA CAZA DE OTRO PEREJIL... POR LAS DUDAS

EL CASO HARTMAN MANIPULADO POR EL PODER POLÍTICO DE LA PROVINCIA EN COMANDITA CON LA POLICÍA Y UN QUERELLANTE PUESTO POR EL ESTADO
Por Joakito
DE NOTICIASENTRERIOS.COM.AR 
 Es evidente a estas alturas que se les cae el armado tanto a los fiscales como a la policía de Entre Ríos, alrededor del Caso Priscila Hartman, que llevó a la detención de una sola persona, el joven peón de campo Facundo Bressan. 
Las actuaciones a cargo solo han sembrado dudas y poco han aportado para llegar a fondo y establecer quién fue realmente el asesino de Priscila. Al no sostenerse los argumentos por los cuales mantiene la justicia detenido a Bressan, mientras por otra parte excarcela bajo fianza a quien todos vieron por las cámaras asesinar a un nene de seis años frente a la escuela Centenario, la policía va ahora en búsqueda de un prestigio que nunca tuvo. 
Con la complicidad de la querella sigue la pista -inventada, obvio- de "un cómplice". Es decir: la policía esta buscando otro perejil 
¿Como es la cosa? Propio de épocas que cualquiera pensaría ya olvidadas y dejadas en el pasado, la policía detuvo a un menor de edad en inmediaciones del Parque Berduc, le armaron una causa trucha con complicidad del fiscal por una supuesta "resistencia a la autoridad" después de pasearlo por la ciudad en el furgón de la camioneta, esposado, como si fuese un delincuente, con el fin de que delate a un amigo, o peor aún, que señale la casa donde vive su amigo. Hasta acá -lamentablemente- no es más que una de las tantas detenciones ilegales y maltratos que realiza la policía a diario en Paraná. 
Pero la cosa sigue. Y se va oscureciendo. 
"Me esposan y me llevan, porque me preguntaron dónde vivía mi amigo y yo no les quise contestar. Me llevaron hasta la plaza del barrio Mariano Moreno, pasamos por la ruta. Ahí se baja y me dice que diga toda la verdad, que me podía pasar cualquier cosa, que diga dónde vivía el chico. Mientras, la chica me grababa con el celular. Me llevan y me traen de nuevo, y les digo la dirección. Paramos frente a la Escuela de Policía, en Rondeau, y me tuvieron como una hora y media en la cajuela. Los atendieron los padres (en la casa del amigo), vinieron como cinco policías que me preguntaban qué había pasado, por qué se fue” cuenta el menor al Diario Uno de Entre Ríos. Naturalmente los padres del amigo avisan a la madre y los siguió detrás en el recorrido a Minoridad donde lo vuelven a apretar, sugiriéndole que el tuvo algo que ver con el Caso Priscila. 
 “Me pasan adelante y me dicen ‘¿Conoces el caso de Priscila?’ Les digo que no, y me dicen ‘vos no te hagas el bobo, vos sabes quién es, si nosotros los vimos a vos y a tu amigo en San Benito, los detectamos por las cámaras’. ‘Nunca anduve en San Benito, porque nunca fui 
La falta de pruebas, la fortaleza moral de la familia Bressan, el acompañamiento de los amigos y las publicaciones de la prensa que no viven de la pauta, hacen que no se repita la historia del Caso Fernanda Aguirre y al pobre pibe que esta detenido no le pase nada, 
Pero quedan muchos interrogantes. Uno de ellos es porque un abogado asociado a prácticas espurias en defensa de asesinos y chorros y muy vinculado con la policía, insista tanto en que lo trasladen a Bressan a la Unidad Penal. Acaso estará buscando que Bressan se quiebre y termine como Lencina el sospechoso de haber secuestrado a Fernanda en el 2004, que termino ahorcado en una celda de la comisaría quinta de Paraná. 
No lo se. Lo cierto es que las pruebas que incriminan a Bressan fueron encontradas cuando la familia de Bressan ya no habitaba en su casa debido a las amenazas de que la iban a prender fuego. Territorio liberado para que puedan realizar sus pericias a su antojo. Ahora la querella viene insistiendo que Bressan tenía un cómplice. 
¡Así que si sos joven, y manejas una moto, cuídate, la policía esta en búsqueda de otro perejil y ese perejil podes ser vos!!!

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