martes, 5 de noviembre de 2013

EL CHISTESITO PARA DESAYUNARSE

Estaba anocheciendo y una monja estaba caminando por la
calle. De repente una rubia guapa se ofrece a llevarla en su coche.
Muy agradecida la monja aceptó y se subió al automóvil, un reluciente FERRARI rojo con asientos de piel, equipo de sonido BOSÉ y como 100 cosas extras más.
-      ¡Qué bello auto tiene usted! - comentó la monja - debe haber trabajado mucho para poder comprarlo, ¿verdad?
-      -No, no fue así hermana, la verdad es que me lo regaló un empresario que se acostó conmigo durante algunos meses.
La monja no dijo nada, y mirando hacia el asiento de atrás vio un bellísimo abrigo de visón y le pregunta nuevamente a la rubia:
-      Su abrigo es muy bonito, le debe haber costado una
fortuna!!!
-      En verdad no me costó nada, me lo regaló un jugador de
fútbol por haber pasado con él un par de noches.
La monja tampoco dijo nada y ya no habló más durante todo el
viaje.
Llegando al convento se fue a su cuarto y se acostó.
De pronto alguien toca la puerta.
     -  ¿Quien es? - preguntó la monja.
     -    ¡Shhhhhhh, soy yo… el Padre PEDRO!!!

-      ¿Sabe qué Padre?... ¡Se puede ir a la mierda con sus putos chocolatitos.......!!!"

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