Cierta vez un hombre mayor le propuso a su esposa también mayor que se confesaran las infidelidades de su vida. Ella aceptó, a lo que él comenzó:
-¿Recuerdas a Sara, la panadera?
-Si - dijo ella.
-Bueno, ese cuerpito fue mío. ¿Y recuerdas a María, la mucama brasilera?
-Si - dijo ella.
-Bueno, ese cuerpito también fue mío. ¿Y recuerdas a Sandra, tu ex amiga?
-Si - dijo ella.
-Bueno, ese cuerpito también fue mío...jajaja
La mujer no pareció muy preocupada, y a su turno le preguntó:
-¿Recuerdas el cuerpo de bomberos voluntarios de al lado de nuestra primera casa? -
-Sí - dijo él.
-Bueno, ese cuerpito fue mío...
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