ESCOBAS ERAN LAS DE ANTES...
…CUANDO ERAN NUEVAS….BARRÍAN BIEN!!!
Lejos de darnos una mayor seguridad con el cambio de Jefe la Cría de San Benito, las cosas siguen igual…o peor.
Todo cambia para que nada cambie en un ‘gatopardismo’ criollo que se puede parafrasear en esta ocasión.
Cuando el nuevo “mayordomo del Hotel del Gallo” tiene dispuesta alguna vigilancia preferencial para los amigos, otros sufren las consecuencias de los cacos días y noches.
El lunes, luego de cerrar el negocio de calle Ramírez al 900, a metros de la sede municipal, la encargada se dirigió a su domicilio particular por calle Libertad hasta Avenida San Martín (es un decir ya que está lejos de ser como la peatonal de Paraná). En esa esquina –una boca de lobo con una frondosa selva tropical en el predio que fuera de Benigno Pereyra (o Martínez) – fue interceptada por un joven motociclista que le arrebató su cartera, arrastrándola algunos metros para cumplir con su objetivo.
¿Y los perros policías?...¿Y los de la montada?...¿Y los patrulleros nuevos?...¿y el C.O.E.?...¿y los de investigaciones en autos particulares?...¿y los móviles?...¿y las patrullas de a pié?...¿y los jefes mediáticos? ¿Y Rosatelli…y Rufiner…y Frank…y la ‘C. de su M.’?
Allí - en esa esquina – falta la acción municipal. Pronto querrán traer al gobernador a inaugurar la escuela cercana y el mencionado predio es un monumento que simboliza a esta administración, donde los retoños de aguaribay tiene más de tres metros de alto y el chilcal es cómplice del alojamiento de basuras que viene desde un negocio de calle Basavilbaso.
La iluminación es precaria – por no decir inexistente.
Ahí las consecuencias. Un lugar que se hace privilegiado para la acción de la delincuencia.
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