viernes, 21 de septiembre de 2012

"DONDE SE COME ... NO SE CAGA"

CAPITULO II
¡Qué lindas letras tiene nuestro Andrés Calamaro!,
sino ¿qué me dicen de esta "Adagio a mi País"?:
"En mi país, qué tristeza, la pobreza y el rencor... Dice mi padre que ya llegará desde el fondo del tiempo otro tiempo y me dice que el sol brillará sobre un pueblo que él sueña labrando su verde solar.
En mi país, qué tristeza, la pobreza y el rencor. Tú no pediste la guerra, madre Tierra, yo lo sé. Dice mi padre que un solo traidor puede con mil valientes, él siente que el pueblo en su inmenso dolor hoy se niega a beber de la fuente clara del honor.
En mi país somos duros, el futuro, lo dirá. Canta mi pueblo una canción de paz, detrás de cada puerta está alerta mi pueblo y ya nadie podrá silenciar su canción... y mañana también cantará.
En mi país, qué tibieza, cuando empieza a amanecer. Dice mi pueblo que puede leer en su mano de pueblo el destino y que no hay adivino ni rey que le pueda marcar el camino que va a recorrer.
En mi país, qué tibieza, cuando empieza a amanecer".

Después de la introducción y del Capítulo I de esta novela al estilo mexicano – donde sobran las intrigas palaciegas, las mansiones y los autos de lujo, las combinaciones de “juntas” y “pendientes” con las traiciones de alta rango – retomamos con más calma la continuidad de la historia novelada de algo que diseñaron los propios protagonistas y que en una acción secundaria tratamos de amalgamar, simplemente.
Hemos podido tener una aproximación a hechos y circunstancias que nos ponen ante algo inquietante, casi diría preocupante, que nos hace dudar de su veracidad… y es algo natural.
Nadie podría imaginar que esto sea así.
Redactar de manera objetiva es algo casi diría: imposible, ya que se entremezclan continuamente el presente con el pasado, los actores en caso se repiten aunque en escenas y escenarios diferentes; los hay principales figuras - esos que acaparan todas las luces - pero también se pueden ver en el desarrollo de la trama que hay otros con roles diferentes que tienen su papel más o menos importante.
El dedo acusador de los que defienden lo indefendible tiene sus razones de ser y es perdonable; “el que esté libre…que tire la primer piedra”, es muy cierta esta enseñanza y hay que respetarla, debemos respetarla. También ‘Don Irala’ hace unos días nos puso a todos en situación con sus sextillas.
Y debemos hacer cada uno nuestro propio acto de contrición, aunque nos resulte desagradable… “donde hubo un amor queda brisa, ceniza, no sé si enterarte de mi pena, penita pena” (“Aquellos Besos”. A. Calamaro)
Pero siempre la vida va pasando y en sus vueltas se pueden observar, a veces se puede callar por recato, por educación, por respeto…pero no siempre…un día se dice: ¡pará un poquito! ¿hasta cuando?
“Con qué ley condenarte si somos fuerza y parte todos de tus andanzas, sigue con tus movidas – reina –pero no pidas que me pase la vida pagándote fianza. Ahora es demasiado tarde – princesa – búscate otro perro que te ladre –princesa”. (“Ahora es demasiado tarde”. A. Calamaro)

BB:… Jorge Franco, Cogno, Schifitto. :S
SECRE: Bueno, si querés cuando se vayan podés perder los papeles…y te los llevo.
BB: Sí…ya los perdí. Tanto como la razón y la cabeza. Owwwuuaaa… Una sacada de lengua.
SECRE: ¡Cómo me gusta cuando ponés esas cosas!!!... Adriana (Rodríguez) me pregunta de qué me río.
BB: Una exclamación de sorpresa. Cerrá la ventana, por las dudas.
SECRE: Si. Quedate tranquilo.
BB: … y acordate de borrar el historial de las conversaciones. (la secretaria a esta altura del amorío virtual ya ha perdido la cabeza y…¡se olvida!)
SECRE: Y ese Nick (apodo, seudónimo) para quien es?
BB: Y para quien va a ser, mi amor?
SECRE: ¡Cómo te quiero!!!
BB: Es una parte de una canción de Andrés Calamaro. Una carita sonriente. Yo también!! Mucho…pero mucho eh!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario