sábado, 24 de septiembre de 2011

UNA SONRISA PARA EL SÁBADO POR LA TARDE

EL PELUQUERO:  Un día, un florista
fue al peluquero a cortarse el pelo. Luego del corte pidió la cuenta y el
peluquero le contestó:
- No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy
haciendo un servicio comunitario.
El florista quedó agradecido y dejó la
peluquería. Cuando el peluquero fue a abrir el negocio, a la mañana
siguiente, había una nota de agradecimiento y una docena de rosas en la
puerta.

Luego entró un panadero para cortarse el pelo, y cuando fue a pagar, el
peluquero respondió: 
- No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy
haciendo un servicio comunitario.
El panadero se puso contento y se fue. A
la mañana siguiente cuando el peluquero volvió, había una nota de
agradecimiento y una docena de bollos esperándolo en la puerta.

Más tarde, un profesor fue a cortarse el pelo y en el momento de pagar, el
hombre otra vez respondió:
- No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy
haciendo un servicio comunitario.
El profesor con mucha alegría se fue. A
la mañana siguiente, cuando el peluquero abrió, había una nota de
agradecimiento y una docena de diferentes libros, tales como ' Cómo
mejorar sus negocios' y 'Cómo volverse exitoso'.

Entonces un diputado fue acortarse el pelo y cuando fue a pagar y el
peluquero nuevamente dijo: 
- No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy
haciendo un servicio comunitario.
El diputado contento se alejó. Al día
siguiente cuando el peluquero fue a abrir el local, había una docena de
diputados haciendo cola para cortarse gratis.

Esto, querido amigo, muestra la diferencia fundamental que existe
actualmente entre los ciudadanos comunes y los miembros del Honorable
Congreso de la Nación.

Por favor, en las próximas elecciones de octubre, vota con cuidado...

Atentamente, EL PELUQUERO.

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