martes, 24 de mayo de 2011

LAS COSAS CLARAS. EL CHOCOLATE ESPESO.

Hablar, escribir, hacer conocer la opinión de cada uno es una de las grandes oportunidades que nos da la democracia; anoche, cuando un patrullero de Paraná se estacionaba discretamente en cercanías de mi vivienda, uno de mis hijos me llamó para preguntarme lo que pasaba.
- Nada – le dije –  no pasa nada.
Pero me hizo reflexionar. Es cierto que a veces uno se apasiona demasiado en las cosas que hace, sea lo que sea; que, por más elemental que sea lo que vamos haciendo, todo es importante en nuestra vida, algunos le ponemos pasión en exceso y eso nos lleva a cometer errores.  
En ese orden debo aclarar que si hubo una publicación en la que mencioné a una movilización de militantes hacia el acto de Busti en San Benito fue solamente una versión que se barajó, pero que no llegó a concretarse en ningún momento; nunca creí que la misma fuera a producirse, pero igual agité ‘el suelto’ un poco con suspicacia, un poco con sorna…
Hice mal y lo reconozco. Como reconozco, porque ahora me acuerdo, que alguna vez estuve mal en hacerle una ‘cargada’ a un ciudadano carnicero con su esposa y con su hija…hay cosas que no se miden en su verdadera dimensión cuando se prioriza lo que se quiere descargar en desmedro de sus consecuencias.
Y en realidad ni me hace falta ir a vociferar ni a insultar a nadie porque soy el cartero que le ayudo a transmitir ideas, proyectos, opiniones, a mi hijo Marcelo a la par de lo que yo puedo publicar de mi propio gusto y razón.
Casi no vale la pena decirlo, pero si a los catorce años gané un premio literario de Clarín de Bs. As . en el nivel secundario con el escrito “Mi Vocación” y a los quince llegué a dar un concierto de piano a cuatro manos con el profesor Castronuovo de la Orquesta de Cámara de Radio Nacional en el Colegio La Salle de Bs. As., seguramente que con hacerle algunas suaves caricias al teclado puedo ser mucho más contundente que un par de gritos.
Como a muchos, propios y extraños, en el caso de Busti y sus encuestas me impactó lo ocurrido por la forma con que se manejaron algunas cosas, sobre todo con la falsificación de una encuesta que tengo fehacientemente corroborado fue realizada por un ex gobernador y candidato a repetir. Es imperdonable. Me duele como si me lo hubieran hecho a mí.  
Personalmente estoy retirado de la política…pero desde un primer momento le dije a Marcelo… “no te confiés de Busti… lo conozco desde hace mucho”. Él quiso experimentar y está muy bien, porque hoy le vale más que mil palabras lo que le ha ocurrido.
Como de todos mis demás hijos, me siento orgullo de Manzanita ¡carajo!... Tuvo las pelotas para rechazar todo tipo de ofrecimientos con tal que aceptara lo inaceptable, por no ‘cagar’ a sus compañeros. Ser un hombre derecho vale más que cualquier candidatura, por más honrosa que sea.
Seguramente no faltarán ahora los que salgan a decir que se volvió a ‘dar vuelta’, ‘que se vendió’ y mil pelotudeces más para ocultar la hipocresía de Jorge Busti…
Pero…como siempre yo voy a estar del lado de él… no puede ser de otra manera… sin que ello signifique que tenga que volver al peronismo de aquellos años setenta, cuando estando preso con vigilancia personal, me escapé desde un subsuelo en El Palomar, me fui como polizón escondido en un avión Hércules de la F.A.A. y estuve dos años y pico fuera del país.
¡Qué me van a hablar hoy de peronismo de pancartas y carteles, cuando hubo un tiempo en que había que tenerlas bien puestas para militar en política!
(por las dudas aclaro que, cuando regresé a mi patria, me espantó lo sucedido tras Perón y su retorno, no me gustó el estilo, el rumbo y me borré)

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