lunes, 14 de febrero de 2011

ALFREDO YABRÁN ESTUVO EN ALDEA MARÍA LUISA

CURIOSOS MOVIMIENTOS

DEL FAMOSO EMPRESARIO

¿ESTÁ RELAMENTE MUERTO...O ES VERDAD AQUELLO DE: “A.Y. NOT DEAD”???

Esta la pregunta que se hacen muchos argentinos respecto al millonario hombre de negocios Alfredo Yabrán, nacido en la ciudad de Larroque, Entre Ríos el 1 de noviembre de 1944, una fecha llena de simbolismo: el “Día de todos los Santos” para la iglesia católica.
La duda sobre su suicidio en el baño de “San Ignacio”, una de sus extensas estancias, ocurrido el 20 de mayo de 1998 existió desde un primer momento. Una pista débil, pero pista al fin, fue aquella camioneta 4 x 4 que abandonaba la estancia San Ignacio por una tranquera secundaria en el mismo momento que ingresaba una partida policial a detenerlo por el “caso Cabezas”.  
Tal vez, el hecho más notorio fue su aparición con un pasaporte argentino en Lancaster a 100 km de Los Ángeles el 24 de agosto de 2001 firmando ante la escribana Racine Mai la escritura de transferencia de una de sus propiedades a Yabito Corporation en el estado de California.

Respecto a este mítico personaje, tuve oportunidad hace poco tiempo de conversar largo rato con uno de los que le hacía seguridad personal en Entre Ríos.
- “Antes que mi familia me vea esposado me vuelo esta cabeza hija de puta” – me dijo una vez que lo iba acompañando a recorrer sus estancias en Entre Ríos - “me acusan de algo que no tengo nada que ver, tendrían que preguntarle a Duhalde lo que pasó”.
- Cómo conseguistes la changa para cuidar a Yabrán?- le pregunté sorprendido a esta persona a quien conozco desde hace más de veinte años.
- Yabrán venía seguido a Entre Ríos, casi todos los meses se daba una vuelta y recorría sus estancias. A mi me decía que les caía de sorpresa para que se cuidarán y las cosas anduvieran bien. Al principio desde Paraná la policía entrerriana le daba seguridad, pero después comprobó que los mismos policías que lo cubrían eran los que lo “vendían”; en más de una oportunidad en sus últimos tiempos se había encontrado rodeado por policías, cuando había contratado adicionales para que lo cuidaran. Por eso nos había comentado en más de una oportunidad que no quería a la policía de Paraná, mucho menos a la de Rosario y Buenos Aires.
Por ese motivo Alfredo Yabrán nos venía a buscar a la Aldea María Luisa (Dto. Paraná), éramos dos, yo y N. N. González; nos tenía confianza, nos había agarrado a querer y nos contaba muchas cosas. ¡Era un tipo bárbaro, macanudo, nada que ver cómo lo pintan!
- ¿Así que Yabrán entraba siempre a la Aldea María Luisa?
- Claro que si; en María Luisa nos levantaba para que lo acompañemos; siempre llegaba solo, lo que nos llamaba la atención. Nos pagaba muy bien, si nos correspondía 100 pesos nos daba 300, no tenía problemas. Para nosotros era una bendición cuando llegaba porque nos hacíamos de buena plata.
- ¿Que tal tipo era Yabrán?
- Era un tipazo. Nos trataba de manera extraordinaria, siempre alegre, chacotero y jodón, se cagaba de risa; nos contaba cosas que le ocurrían. También era servicial. Una vez yo le dije que no lo podía acompañar porque mi señora estaba internada en Crespo y me dijo que me quedara tranquilo que no se iba a morir; me hizo subir a su vehículo y salimos; a la entrada de Crespo se mandó para adentro y me preguntó donde estaba internada mi señora; le dije que en la Clínica Parque; me pidió la dirección y me llevó hasta la puerta de la clínica; me dijo que cualquier cosa que necesitara le avisase y que la visitara a mi esposa que él esperaba…
El trataba bien a la gente común; a veces hacía jodas medio pesadas. Una vuelta estábamos almorzando en el comedor de un hotel y le dijo al mozo que nos atendía: - Ando con ganas de llevarme una mujercita a Buenos Aires ¿qué tal está tu patrona?; el mozo le dijo medio asustado: - Está más o menos. – No importa, me la llevo igual – le dijo y se cagó de risa. El mozo se quedó en el molde, pero es que la propina más chica en ese tiempo era de 50 pesos; se daban vuelta carnero para atenderlo.
Yabrán tenía salidas así que te sorprendían o te hacían reír.
- ¿Con los trabajadores se llevaba bien?
- Era exigente pero los trataba bien y les pagaba muy bien. Vos sabés que una vez en Corrientes vio a unas mujeres que estaban hombreando bolsas a un camión y se paró, preguntó por qué hacían trabajar así a las mujeres y le contestaron que ellas querían hacerlo. Preguntó cuánto se les debía, les pagó y les dijo que se fueran a la casa. Tenía salidas así que te dejaban con la boca abierta.
- ¿Cómo se animaba a andar solo?; ¿andaba armado?
- Yabrán tenía unas pelotas que no te imaginás. Él no negaba ser medio de la mafia, a veces contaba cosas. Una vez le dijimos cómo se animaba a contarnos esas cosas y nos dijo: - que nosotros no íbamos a hablar porque sabíamos lo que nos podía pasar…Armas tenía de las mejores. A veces se paraba a la orilla del camino y tiraba a algún objetivo que se fijaba; una vez nos mostró una ametralladora inglesa que era una joyita, era cortita pero tiraba una cantidad increíble de proyectiles.
-  ¿Y se habrá suicidado realmente?
- Ya te dije cómo pensaba. Uno de los empleados en San Ignacio nos dijo que efectivamente se había cagado un tiro. Esta vago ahora vive en Crespo. Yo pienso que se suicidó…pero con estos tipos de guita nunca se sabe.

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