miércoles, 1 de septiembre de 2010

LA PLAZA “LOS PINOS”

POR CUESTION DE NOMBRE:
“BATALLA DE LAS TUNAS”
Es llamativo que por estos días haya tanto interés en atender el pedido de un vecino al que se le ha ocurrido que hay que cambiarle el nombre a la plaza que está frente a su casa, de manera si se quiere caprichosa, porque se trata de modificar lo que ya es ley (por ordenanza sancionada) y quitar el nombre existente de otra plaza.
Esto nos da lugar a pensar en lo que venimos sosteniendo desde un principio. En realidad se quiere poner el nombre de “El Sueño de los Ángeles” a la placita de calles Seguí y Libertad; esa es la única verdad. Lo demás es el envoltorio que se le quiso poner a una decisión que ya está tomada, lo que ha ratificado púbicamente hace tiempo atrás el propio intendente Vásquez.
Por esto es que reprobamos al Concejo Deliberante que no tiene la autonomía para desprenderse de este tema rápidamente. Parece que están esperando que hagan pública su protesta las organizaciones de Veteranos de Malvinas, como ya lo habían hecho y que el intendente abortó al quitar los pasacalles que se habían colocado en nuestra ciudad.
No obstante, en el caso particular de la Plaza Los Pinos del Barrio Las Tunas, pienso que el nombre en realidad no dice mucho, si es que las calles y los paseos públicos debieran tener una referencia hacia el pasado. El barrio se llamó así por la vecindad del homónimo arroyo y por una costumbre popular desde mucho tiempo antes que existiera el municipio de San Benito, por lo que se continuó respetando aquella denominación.
Ahora bien, en cuanto a la plaza creo que si hay un nombre que referencie algo notorio, significativo para la historia nacional es el acontecimiento realizado precisamente en ese lugar el 24 de junio de 1820 cuando las tropas de Francisco Ramírez derrotaron al caudillo oriental José Gervasio de Artigas.
Aquel punto de inflexión de la historia argentina merece nuestro reconocimiento y qué mejor que ponerle el nombre de “Batalla de Las Tunas” a ese espacio público para recordar el lugar exacto de aquella batalla que evitó que fuéramos anexados a la República Oriental de Uruguay.
Y aún más. Se puede convenir perfectamente con el Intendente de Paraná para traer los restos que están, casi diría abandonados, detrás de la referencia histórica sobre la ruta y colocarlos en esa plaza como símbolo vivo de aquel hecho glorioso de Pancho Ramírez.

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